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El Supremo también rechaza las pruebas solicitadas por Garzón en el caso de las escuchas de 'Gürtel'

El juez Barreiro sostiene que los indicios contra el juez son "claros" y "no resulta razonable ampliar la investigación"

El magistrado del Tribunal Supremo Alberto Jorge Barreiro, instructor de la causa abierta al juez Baltasar Garzón por presunto delito de prevaricación al ordenar las escuchas en prisión a los cabecillas de la trama Gürtel, ha rechazado las pruebas solicitadas por la defensa de Garzón, entre ellas la declaración como testigo del instructor del caso Gürtel en el Tribunal Superior de Madrid, Antonio Pedreira. En la misma resolución, el juez Barreiro suspende la tramitación del recurso de Garzón contra el auto de transformación del procedimiento, hasta que las partes puedan disponer de las diligencias declaradas secretas.

Barreiro rechaza todas las pruebas pedidas por Garzón por entender que en la causa existen ya "indicios claros" contra el juez de la Audiencia Nacional. Según el magistrado del Supremo, la investigación de los hechos "se halla concluida en esta fase procesal", por lo que "no resulta razonable ampliar la investigación con las nuevas diligencias" que postula Garzón.

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Barreiro rechaza el testimonio del juez Pedreira Andrade porque "se trata de diligencias que no resultan imprescindibles ni determinantes" en esta fase del proceso y pueden tramitarse en el juicio. Frente a la alegación de Garzón de que el testimonio de Pedreira tiene especial trascendencia, Barreiro no cree que "ese testigo" pueda aportar nada que excluya la antijuricidad de la conducta de Garzón.

El instructor rechaza por "curiosa y extravagante" la petición de que la Sala Penal certifique cuántas sentencias sobre escuchas se han dictado en las que se acordara perseguir al juez que las ordenó. A su entender, lo que la defensa busca es que sea la Sala la que seleccione la jurisprudencia que la defensa de Garzón necesita para el caso, "que obra en cualquier base de datos jurisprudenciales".

El instructor rechaza también los testimonios de los funcionarios policiales responsables de al investigación y la petición del propio Garzón de volver a declarar. Barreiro dice que ya escuchó a Garzón durante "más de tres horas" y llegó a la conclusión de que las discrepancias entre el instructor y el juez querellado no se refieren a los hechos, sino a las resoluciones jurídicas dictadas por Garzón. Por tanto, una nueva declaración "no supondría una innovación relevante".

A lo único que accede Barreiro es a esperar a que el juez del Tribunal Superior de Madrid levante el secreto de lagunas diligencias solicitadas por Garzón. En concreto, las grabaciones de conversaciones obtenidas en el centro penitenciario de los cabecillas de la trama Gürtel, y el auto dictado por Pedreira el 20 de abril de 2009 en las que este juez prorroga las escuchas decretas por Garzón. El instructor del Supremo dice que no ha escatimado ningún esfuerzo para que Garzón tuviera a su disposición esas conversaciones, y culpa a Pedreira de no haber atendido sus peticiones.

También critica al instructor del caso Gürtel por mantener el secreto del sumario desde hace un año y siete meses para todas las partes excepto para los tres principales imputados, "dándose la paradójica circunstancia de que estos sí conocen las actuaciones secretas y las ignoran las demás partes del proceso". Según Barreiro, esto genera una "situación contradictoria", pues los acusadores conocen las conversaciones y no las conoce el juez querellado, y si alguien puede obstaculizar la instrucción del caso Gürtel son los principales imputados y no Garzón.

El juez del Supremo menosprecia las objeciones del Ministerio Fiscal en el sentido de que se podría estar generando "indefensión" a Garzón por no disponer de esas conversaciones. Según Barreiro, esas conversaciones son la consecuencia de la conducta presuntamente prevaricadora de Garzón, por lo que su aportación, en principio, "más que beneficiarle le perjudicaría". Y dado que fue Garzón el que conoció y controló las conversaciones, "esa circunstancia en cierto modo atenúa su situación de "ignorancia e indefensión".

Pese a cargar contra Garzón, contra Pedreira y el contra el fiscal, y aunque el propio Barreiro considera que no hay motivos de indefensión, acuerda suspender la tramitación del recurso contra la transformación del procedimiento hasta que pueda facilitarse a las partes una copia de las conversaciones intervenidas, lo que según Pedreira se producirá este mes. En caso de que no fuera así, "se acordará lo que proceda" .

Garzón y su esposa, rodeados de jueces y funcionarios, el día que abandonó la Audiencia.
Garzón y su esposa, rodeados de jueces y funcionarios, el día que abandonó la Audiencia.GORKA LEJARCEGI

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