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Jauregui ve "inaceptable democráticamente" la estrategia que ETA quiere seguir para el final de la violencia

El ministro de la Presidencia asegura que "no habrá ninguna formación de Batasuna legalizada" en las elecciones

El ministro de la Presidencia, Ramón Jauregui, ha sido contundente respecto a la presencia de la izquierda aberzale en las próximas elecciones municipales y a la estrategia de ETA en la tregua. En declaraciones al programa Hoy por Hoy de la cadena SER, Jauregui ha advertido a Batasuna de que "en ningún caso habrá un nuevo partido legalizado". Para el ministro de la Presidencia "una formulación estatutaria más o menos legal no pone fin a 50 años de violencia". En cuanto a banda terrorista ha calificado de "inaceptable democráticamente" su intención de lograr el final de la violencia a través del diálogo.

Jauregui también ha hecho referencia a las detenciones de esta madrugada en la última operación contra el entorno de ETA. El hecho de que uno de los detenidos sea el hijo del portavoz de Batasuna, Txelui Moreno, de los más favorables a la vía política es un ejemplo, en su opinión, de una historia de décadas que obliga 2ª ser particularmente finos en el análisis" y a no olvidar que "estamos avanzando bien", pero que el problema no se resolverá de la noche a la mañana.

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Respecto al principal partido de la oposición, el ministro de la Presidencia considera que "sería estupendo que el PP se sumara a las negociaciones que se están llevando a cabo entre el Gobierno, sindicatos y patronal". Jáuregui no ve lógico que el PP "sostenga su reiterado no a las reformas" que el Gobierno está llevando a cabo, cuando son reformas "que todo el mundo pide". Pero no todo han sido palabras de aliento. Jauregui ha calificado de "mezquina y profundamente equivocada la estrategia del PP" a la hora de culpar al PSOE de la agresión al consejero de cultura de Murcia. "El PP no ha resistido la tentación de hacer un uso partidista del ataque", ha dicho. Pese a ello se ha mostrado convencido de que las conversaciones privadas entre miembros del Gobierno central y el de Murcia (Alfredo Pérez Rubalcaba llamó al presidente de la Comunidad, Ramón Luis Valcárcel) han estado basadas en el afecto y la solidaridad y en el interés común de tomar medidas para evitar actos similares.

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