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El investigador del chivatazo insinúa ante el juez que el dueño del bar Faisán destruyó pruebas de la extorsión

Durante las cuatro horas de interrogatorio el comisario Carlos Germán afirma que el movil de la delación fue "político"

El investigador del chivatazo de la policía a la red de extorsión de ETA en el bar Faisán de Irún (Guipuzcoa), el comisario Carlos Germán, ha reiterado esta mañana ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, que la delación del 4 de mayo de 2006 tuvo "móvil político" y que estaba enmarcada desntro del "proceso de negociación" entre el Gobierno y la bnada terrorista. Durante las cuatro horas que ha durado su interrogatorio, Germán ha ratificado el informe final que entregó a la Audiencia en el que implica en el chivatazo al inspector José María Ballesteros, al que fuera director general de la Policía Nacional Víctor García Hidalgo y al ex jefe superior de Policía del País Vasco, Enrique Pamiés, todos ellos imputados en el caso Faisán por colaboración con ETA y revelación de secretos.

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Germán ha insinuado al juez Ruz que el dueño del bar Faisán y presunto enlace del aparato de extorsión de la banda terrorista, Joseba Elosua, pudo haber destruido pruebas que le vinculaban con ETA, inmediatamente después de ser alertado por la policía de la operación que iba a tener lugar en su establecimiento. El investigador del caso Faisán también ha restado credibilidad a las declaraciones que Elosua hizo el martes ante el magistrado.

Elosua negó que el inspector Ballesteros fuera la persona que le entregó el móvil desde el que se hizo el chivatazo. Germán ha puesto de relieve "la escasa memoria" del dueño del bar aludiendo al hecho de que cuando aquel fue detenido en junio de 2006, fue él quien le interrogó durante 72 horas y cuando cinco años después ha vuelto por su establecimiento Elosua no le reconociño en ningún momento. Si no conoce a quien le tomó delaración, cómo va a poder negar con rotundidad que Ballesteros fue la persona que le entregó el móvil desde el que se dio el chivatazo, se preguntan fuentes consultadas por EFE.

En esta misma línea, el comisario ha negado la versión que Elosua dio sobre lo sucedido en los momentos posteriores a la delación. El dueño del bar declaró ante Ruz que tras producirse la llamada -entre las 11.00 y las 11.40 del 4 de mayo- estuvo dando vueltas nervioso durante una hora por su establecimiento hasta que llegó su hijo y le pidió el móvil para llamar a José Antonio Cau, miembro del aparato de extorsión de ETA, y alertarle de la operación policial. Germán sostiene, por el contrario, que en esa hora Elosua pudo haberse trasladado a una lonja de su propiedad donde guardaba cartas de extorsión y un sello de la banda terrorista y destruirlas, antes de viajar a Francia para llamar a Cau desde una cabina.

Más desmentidos de Germán

El encargado de la investigación del caso Faisán también ha negado, como afirmó el comisario José Cabanillas, que quisiera borrar la baliza de sonido que contenía una conversación entre Elosua y su yerno, en la que el primero le comentaba cómo se había producido el chivatazo.

Germán ha desmentido que el soplo se hiciera desde un teléfono satélite porque este tipo de aparatos no funcionan bajo techo.

Además del comisario, hoy debían declarar los cuatro policías que colaboran con él en la investigación del chivatazo. Debido al largo interrogatorio de Germán, han sido citados a declarar mañana a las nueve mañana.

El dueño del bar Faisán, Joseba Elosua, y su hijo, se dirigen a  la Audiencia Nacional
El dueño del bar Faisán, Joseba Elosua, y su hijo, se dirigen a la Audiencia NacionalSamuel Sánchez

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