Valencia estrenará un proyecto piloto para reinsertar a condenados por delitos de tráfico

La Fiscalía General del Estado pondrá en marcha el próximo año en Valencia un programa piloto para que personas que han sido condenadas de forma reiterada por delitos de tráfico bajo los efectos del alcohol puedan sustituir la pena de cárcel por un proceso de deshabituación para su reinserción social.

Así lo ha anunciado hoy en declaraciones a los periodistas el fiscal de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, quien ha participado en el cuarto Congreso Internacional de Prevención de Riesgos en los comportamientos viales, que hasta el próximo sábado se celebra en la capital valenciana. Vargas ha explicado que en tres años de aplicación de la reforma del Código Penal, ha habido en España más de 200.000 condenas por delitos de tráfico de las que entre 300 y 500 casos han concluido en el ingreso en prisión, aunque "son casos de multirreincidentes por delitos muy graves".

Aunque la obligación del fiscal es aplicar la ley cuando se ha producido la infracción, su objetivo "no es la condena, desea que el Derecho Penal prevenga y evite esos comportamientos", según Vargas, que ha recordado que el alcohol está detrás de un tercio de las muertes por accidentes de tráfico. Bartolomé Vargas ha afirmado que el proyecto será "un referente de la actuación fiscal y de la justicia en la reinserción y recuperación" de estos conductores. "La prisión no sirve siempre", ha dicho Vargas, quien ha agregado que con este proyecto se ofrecerá al conductor la suspensión de la pena a cambio de que se someta "a un proceso de reinserción con las más modernas tecnologías".

Según ha explicado, los delitos de tráfico suponen casi un 50% de lo que se ve en cualquier juzgado de guardia del país, y un tercio de los escritos de acusación lo es por la delincuencia vial. El fiscal de Seguridad Vial ha explicado que ya se están examinando casos de personas que están en prisión por delitos viales para que puedan participar en este programa. Vargas ha incidido en que los "más peligrosos" son los bebedores sociales, personas de todos los estratos sociales que habitualmente consumen alcohol y "difícilmente se sustraen a coger el coche y pierden el control sin darse cuenta".

En la jornada de hoy también ha intervenido María Ángeles de Vicente, del Observatorio Estatal de Condiciones de Trabajo del Instituto Nacional de Seguridad Social, quien ha recordado que en 2010 se produjeron 65.446 accidentes laborales de tráfico, lo que supone cerca del 10% del total de siniestros por tráfico. Según ha señalado a los periodistas, del total de accidentes laborales de tráfico 264 fueron mortales y el 72% de esos siniestros se produjeron "in itinere", al ir o volver del trabajo.

Durante el Congreso también se ha puesto de manifiesto que solo el 15% de los países tienen una correcta legislación de tráfico, a pesar de que los accidentes son la principal causa de mortalidad entre los jóvenes de 15 a 29 años de edad. Los accidentes de tráfico se cobran anualmente en todo el mundo 1,3 millones de vidas, de los que 260.000 son niños, y además provocan traumatismos a 50 millones de personas, de los que un diez por ciento son grandes dependientes.

Los participantes en el encuentro han destacado la necesidad de mejorar la prevención, y han destacado que llevar casco en una moto podría reducir el riesgo de muerte en casi un 40% y los traumatismos graves en más del 70%, y usar el cinturón de seguridad disminuiría en un 50% el riesgo de muerte.

La instalación y uso correcto de sistemas de retención infantil reducirían la mortalidad de bebés alrededor de un 70% y en niños pequeños, entre un 54 y un 80%, según datos facilitados en el Congreso.