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La justicia de Guatemala solicita la extradición del ex embajador Máximo Cajal

Un incendio en 1980 en la Embajada de España en Guatemala tomada por campesinos causó la muerte de 36 personas

Familiares de algunas de las 36 personas que murieron en el incendio de la Embajada de España en Guatemala hace más de dos décadas han pedido la extradición del entonces embajador español, Máximo Cajal, por su responsabilidad penal en el siniestro. En 31 enero de 1980, un grupo de campesinos irrumpió en la sede diplomática para denunciar la represión que entonces ejercía el Ejército contra campesinos mayas del departamento de Quiché. Horas después de la toma, la policía entró por la fuerza al edificio y se produjo un incendio del que sólo Cajal salió con vida. El origen del fuego ha sido desde entonces motivo de controversia.

"Yo lo único que pido es justicia, mi esposa era auxiliar del embajador Cajal y ella me llamó para decirme que él había dejado entrar a los campesinos", ha asegurado Rodolfo Heriberto Anleu, viudo de María Rivas de Anleu, ex secretaria del diplomático español. El abogado de la familia de Rivas, Walter Robles, pretende demostrar que Cajal planificó el hecho y "se preocupó de reunir a personalidades como el ex vicepresidente Eduardo Cáceres Lehnoff y el ex canciller -ministro de Exteriores- Adolfo Molina Orantes, para darle notoriedad". Según Robles, Cajal "permitió la entrada de campesinos y estudiantes a sabiendas de que iban en el grupo de personas que tenían intenciones políticas y que iban armadas y llevaban sustancias inflamables".

El abogado sostiene que Cajal quería llamar la atención internacional sobre las demandas de los campesinos a través de la ocupación de la sede diplomática. La demanda abarca también a funcionarios de la administración del entonces presidente, general Romeo Lucas.

Muchos de los campesinos que tomaron la legación eran miembros del Comité de Unidad Campesina, que tenía vínculos con el Ejército Guerrillero de los Pobres. Entre quienes entraron a la Embajada y posteriormente fallecieron estaba Vicente Menchú, padre de la premio Nobel de la paz Rigoberta Menchú. El entonces embajador, que ahora vive en España, ha rechazado cualquier responsabilidad en el incendio que destruyó la sede diplomática.

Apoyo del ministro Moratinos

El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, ha expresado su firme respaldo a Máximo Cajal y ha querido destacar en nombre del ex embajador, del Gobierno y del Ministerio de Asuntos Exteriores que hizo "una labor excelente, que arriesgó su vida, desgraciadamente se salvó y es la tragedia que lleva el consigo". Para el ministro, su acción fue desarrollada "en defensa de los intereses de España y de la democracia y de los principios de los derechos humanos y, por tanto, tiene todo el apoyo y toda la solidaridad tanto de Guatemala, de los guatemaltecos como de España y las autoridades españolas"

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