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"Todas las noches nos traen heridos de bala"

Fuentes hospitalarias denuncian que el Gobierno de Micheletti oculta la violencia que ha estallado en las calles

En medio del mutismo decretado por el nuevo Gobierno de Honduras, hay voces que denuncian la violencia que sacude al país centroamericano tras el golpe de Estado que terminó con la presidencia del populista Manuel Zelaya el pasado 28 de junio.

En el hospital Escuela, en Tegucigalpa, no paran de entrar cada noche heridos de bala, en su mayoría jóvenes. Los lleva al centro hospitalario la propia policía que dispara contra ellos en las protestas a favor del regreso al poder de Zelaya, según denuncian fuentes hospitalarias.

Isis Oved Murillo, de 19 años, es el último caso. Como otros cientos de jóvenes, este domingo participó en las marchas a favor del regreso de Zelaya en las inmediaciones del aeropuerto, donde un cordón policial les hizo imposible cumplir con el deseo de su líder, que desde Washington y antes de partir hacia Tegucigalpa, los animó a marchar hacia el aeropuerto para esperar su llegada.

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Una bala lo alcanzó en la cabeza y fue evacuado de urgencia al hospital. Allí murió al poco de ingresar. Otras cuatro personas también fueron atendidas por los médicos con heridas de bala, pero esta vez sin riesgo para sus vidas. "Como todas las noches", se lamenta una trabajadora del hospital.

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