"Estamos todos bien, ningún problema"

Jaime Izquierdo, responsable de prensa de la empresa de viajes para surfistas Surfingmentawai, se enteró de que un tsunami había golpeado la costa occidental de la isla de Sumatra, donde navega un barco de su empresa con 10 clientes a bordo, a través de la página de Facebook de Surf Aid. Eran las diez de la noche del domingo. Marcó a toda prisa el teléfono vía satélite que lleva la embarcación, pero lo logró comunicar con el vasco José Manuel Illumbe Echeveste, dueño, guía de la empresa y responsable de la expedición. Tan sólo media hora después, había recibido un e-mail de José Manuel, vasco de 36 años, que montó Surfingmentawai con un amigo gallego en 2003. El texto era conciso pero contenía toda la información que él y las familias de los turistas necesitaban saber: "Estamos todos bien, no hay ningún problema". "Los clientes estaban dormidos y casi ni se enteraron, sólo sintieron una fuerte corriente pero nada más", precisa el responsable de prensa.

Junto a José Manuel, viajan en el barco, con tripulación de Indonesia, el ayudante gallego Julián Yáñez Silveira, cinco clientes cántabros -Francisco de Borja Ibarra de la Vega, Jesús Antonio Chocán González, Raúl Martín Gunche Lezcano, Rubén Abelenda y Miguel Ángel Velasco Pérez-, uno asturiano -Juan Carlos Rodríguez Armesto-, dos uruguayos - Ignacio Techera y Luciano Maretin- y dos franceses -Gregorie Vidal y Roland Tachoires-. En el momento en el que se desencadenó el fenómeno, la embarcación, un catamarán de nombre King Millenium II , se encontraba guarecido en aguas profundas en el canal Sikakap, que separa las islas de Pagai Utara y Pagai Selatan. "Se notaron unas corrientes pero poco más, nada fuera de lo común, de hecho estaban durmiendo y ni se despertaron. A la mañana siguiente, cuando llegaron a surfear a los rompientes, fue cuando vieron los destrozos, los árboles caídos, los resorts arrasados...", indica el portavoz.

"En un barco es donde más seguro estás"

Los turistas, que tienen entre 25 y 40 años, han decidido continuar el viaje hasta el día en el que estaba previsto que finalizara, el 1 de noviembre. Pero no tienen tripas para seguir surfeando como si no hubiera pasado nada "y van a echar una meno en la medida de lo posible a otros barcos, a la gente". Comunicarse con ellos es "muy complicado de por sí", ya que "de normal" sólo hay cobertura en determinadas zonas de las islas afectadas y "con todo esto todavía está peor". "Ellos han hablado a través de SMS con familiares y amigos y el guía ha hablado con su socio, David Valladares, que está en Bali", añade el responsable de prensa de Surfingmentawai.

En contra de lo que podría parecer, Jaime pasó la media hora en la que no tuvo noticia de ellos preocupado pero, en el fondo, tranquilo. "En un barco es donde más seguro estás en caso de tsunami porque estando en aguas profundas la ola te pasa por debajo y ni lo notas. Si es de día, lo ves, te avisa, hay señales", argumenta con convicción Jaime, que cuenta que tanto José Manuel como su socio, David Valladares, están "acostumbrados" a vivir situaciones parecidas. "Son dos amigos aventureros que conocieron la zona a finales de los noventa, vieron el potencial y crearon una empresa de viajes de surf. Desde entonces han vivido un terremoto y éste es su segundo tsunami así que...", explica.

Desde que se conoció la noticia, Jaime no da a basto a atender a los medios, al tiempo que agradece los apoyos recibidos y se mantiene en contacto con familiares y amigos de clientes a través de la en la página de Facebook de la empresa. "Como sabéis todos en el barco todos están bien y no ha pasado nada. Seguirán el viaje hasta el día 1 según lo previsto", explica esta mañana la empresa, que en la social usa el nombre de King Millenium, el de uno de sus dos barcos. La empresa organiza un viaje tras otro en temporada, de febrero a noviembre, a esa zona de Indonesia, el archipiélago de las islas Mentawai. Dura 12 días y cuesta unos 2.000 euros.