_
_
_
_
_

Se fuga la niña holandesa que quería dar la vuelta al mundo en barco

Laura Dekker, de 14 años, aparece en las Antillas después de denunciarse su desaparición.- La justicia le prohibió navegar en solitario

Laura Dekker, la chica holandesa a la que los jueces le impidieron dar la vuelta al mundo navegando en solitario durante dos años, se ha fugado a las Antillas holandesas. Allí fue encontrada este domingo, según ha adelantado la agencia ANP, después de que su padre, con quien vive, denunciara su desaparición el pasado viernes.

Laura, que ha cumplido 14 años, ha aparecido en la isla de San Martín después de que sus familiares denunciasen su desaparición. La adolescente dejó una carta a su padre, aunque éste no ha querido pronunciarse sobre su contenido y desde un principio ha sostenido no conocer el paradero de su hija. "Se encuentra en San Martín y bajo custodia de la policía", ha asegurado Richard Bakker, portavoz del Consejo Holandés para la Protección de Menores. Ha agregado que la menor volverá a Holanda lo antes posible.

Más información
Laura Dekker, la niña navegante holandesa, podrá dar la vuelta al mundo en solitario
Laura Dekker, la niña navegante holandesa, empieza su vuelta al mundo

"Cuando le denegaron el permiso para hacer la travesía de sus sueños, Laura se hundió. Creía que el mundo estaba en su contra y nunca la dejarían salir", según los portavoces de la familia. El matrimonio Dekker, que navegó durante cuatro años seguidos y cuyas hijas nacieron a bordo, se repartió a las niñas al divorciarse. Laura pasó a residir con su progenitor, Kim, mientras que su hermana pequeña permaneció con la madre. Si bien al principio ésta dijo que apoyaba el viaje para no perder a su hija, luego reconoció que le parecía demasiado pronto y muy peligroso.

En agosto pasado, el caso llegó al Parlamento. Durante un debate especial, el ministerio de Educación anunció su rechazo a la aventura. Las autoridades consideraban indispensable que la adolescente concluyera los estudios secundarios. También subrayaron la importancia de que no perdiera el contacto con su familia y amigos. Laura, por el contrario, quería partir lo antes posible. Deseaba convertirse en la navegante más joven y aparecer en el Libro Guinness de Récords.

Cuando quedó claro que su padre la apoyaba, e incluso pensaba darse de baja del censo holandés y pedir la residencia en Nueva Zelanda (donde nació), el caso llegó a los tribunales. En agosto pasado, los jueces decidieron retirar la custodia parental y concedérsela al Jeugdzorg (Instituto de la Infancia, órgano local encargado de proteger a los menores), que se encargaría de decidir si la niña está en condiciones de embarcarse en su aventura en solitario alrededor del mundo. El tribunal asignó a la citada institución la vigilancia de la pequeña hasta julio de 2010, y la adolescente ya había anunciado su intención de embarcarse en su aventura tres meses más tarde.

La joven navegante, en una imagen de archivo.
La joven navegante, en una imagen de archivo.AFP

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_