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Salud descarta nuevas inversiones en hospitales públicos

El consejero Boi Ruiz anuncia el retraso de todas las obras que no hayan empezado y no estén consignadas en presupuestos anteriores

La Generalitat de Cataluña no está en disposición de asumir nuevas inversiones en hospitales de la red pública, lo que obligará a retrasar los proyectos cuyas obras no estén ya empezadas (y consignadas en anteriores presupuestos), a redactar nuevos planes de construcción y a contratar obras y equipamientos nuevos. Así lo ha hecho público esta mañana el consejero de Salud, Boi Ruiz, en la presentación del plan de choque para garantizar la sostenibilidad del sistema sanitario público.

"No tenemos este dinero y no nos permiten [en referencia a las medidas antidéficit dictadas por el Gobierno central] endeudarnos más", explicó Ruiz, quien evitó concretar los hospitales previstos por el tripartito que se verán afectados por los recortes. El mensaje del consejero, sin embargo, es claro: los dos hospitales cuyas obras ya están en marcha -el de la Cerdanya y la Garrotxa- seguirán adelante, mientras que para otros siete de nueva construcción -Tortosa, Girona, Viladecans, L'Hospitalet de Llobregat, Rubí, Montcada y Garraf- no hay dinero. Los proyectos de estos centros, sin embargo, pueden no verse paralizados si se encuentran en una fase -redacción, planificación...- cuyo avance no requiere de inversiones para este año. En la misma situación, aunque Ruiz no ha entrado al detalle, se encontrarían las obras de remodelación o ampliación de otros grandes hospitales catalanes.

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Las medidas de recorte ya se han concretado en uno de los hospitales más reclamados por los alcaldes de los municipios a los que debía atender, el Ernest Lluch. Las obras del centro, que debe construirse en Montcada i Reixach y atender a unas 200.000 personas de este municipio, Cerdanyola, Ripollet y Barberà del Vallès, no podrán ser licitadas este año ni en 2012, según han hecho públicos los alcaldes de estos municipios esta mañana tras reunirse ayer con el consejero.

El retraso de las nuevas infraestructuras es, junto a las listas de espera y al cierre de servicios en hospitales comarcales, las tres medidas de recorte que más van a notar los usuarios de la sanidad pública.

Listas de espera

Ruiz ha confirmado que las listas de espera van a aumentar debido a la eliminación de los planes específicos para reducirla, lo que hará imposible que el Gobierno catalán mantenga la garantía de espera máxima de seis meses para 14 de las operaciones más comunes en la sanidad pública. "Priorizaremos los recursos para que las operaciones más urgentes se puedan hacer antes y en aquellas que el paciente pueda esperar, se retrasen", ha explicado Ruiz, quien recordó que la espera media actual se sitúa en "los cuatro meses, por lo que aún tenemos cierto margen".

Salud no ha concretado aún los hospitales comarcales que tendrán que cerrar servicios, aunque calificó esta medida de imprescindible porque "no es viable mantener servicios abiertos cuando funcionan al 30% o 40% de su capacidad".

Estos tres grandes paquetes de medidas forman parte, según Ruiz, de las "medidas de choque" para hacer frente a la delicada situación financiera de la Generalitat, a las que también se sumarán la reducción en un 50% de los gastos en "publicidad, estudios y comunicación" y del 25% en la "simplificación de la estructura administrativa".

Estos recortes, sin embargo, no serán suficientes según Ruiz, quien ha avanzado que el Departamento de Salud adoptará otras "de mayor calado" para que la sanidad pública "no vuelva a caer" en un déficit crónico que ponga en riesgo su viabilidad. "Había informes y avisos de que el sistema se encaminaba hacia una situación insostenible. A esto se ha unido ahora la caída de ingresos por la crisis. Deben adoptarse las medidas que garanticen el futuro del sistema", ha concluido Ruiz.

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