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Los salarios de los trabajadores de la Dependencia, pendientes de la Audiencia Nacional

La patronal aduce pérdidas que les impiden subir los sueldos.- Los sindicatos piden que se aplique el convenio firmado y niegan que haya déficit en todas las empresas

Las negociaciones salariales de los trabajadores del sector de la Dependencia están condenadas a los tribunales. A finales de marzo, la Audiencia Nacional decidirá sobre la remuneración de estos empleados y dará la razón, previsiblemente, a los sindicatos, porque la subida de salarios ya se firmó en un convenio colectivo. La patronal y los agentes sociales han hablado sobre el asunto, pero no han llegado a ningún acuerdo. Los primeros aducen que las condiciones económicas por las que atraviesa el país y sus empresas no les permiten una subida salarial del 6%, y los segundos responden que eso está ya acordado, en concreto un 5,41%, teniendo en cuenta el IPC y los días festivos. "Somos conscientes de que se pasa por una situación complicada, pero no todas las empresas están en las mismas condiciones. Les ofrecemos que negocien individualmente o por grupos, porque algunas pueden subir los salarios como estaba firmado", dice Luis Álvarez, responsable de la negociación colectiva de la Federación Estatal de CC OO.

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La patronal (Federación Empresarial de Asistencia a la Dependencia, FED) responde con el acuerdo sobre empleo que firmaron la CEOE y los máximos responsables de los sindicatos en el que se hablaba de subidas salariales de entre el 1% y el 2% para 2011. Y aseguran que han llegado a ofrecer un 3% -el IPC de 2010-, algo que CC OO niega rotundamente.

En la FED echan manos de los datos del sector. La crisis les ahoga porque sus empresas están condicionadas por el dinero que destinan las Administraciones para concertar plazas en los geriátricos: "Una cama al día en una residencia cuesta 55,86 euros mientras que el precio que pagan por ella las Administraciones es de 50,59 como media, no hay rentabilidad en esto, solo pérdidas. Además, los costes salariales se han incrementado un 31% entre 2006 y 2010, cuando el IPC solo subió un 12%", alegan.

"Sí, en años anteriores los salarios subieron por encima del IPC", reconocen los sindicatos, "pero es que este sector partía de un suelo muy bajo: una gerocultora para llegar a cobrar 1.000 euros, tiene que hacer su jornada completa y cuatro o cinco festivos de media mensual, y estamos hablando de trabajos muy duros", señala Álvarez. "Además, subir por encima del IPC era fácil en 2009, cuando la inflación fue de solo el 0,8%; el problema es que en 2010 el IPC se puso en un 3%, y eso ya les molesta más", afirma el sindicalista.

Los agentes sociales reconocen también que hay quien ha sacado a sus familiares de las residencias geriátricas con la crisis, porque tener al abuelo en casa les suponía unos ingresos extras, mientras que en la residencia igual tenían que poner algún dinero extra sobre la pensión del anciano. "Cierto, pero eso no significa que todas las empresas estén perdiendo dinero. Queremos verlo de una forma individual o grupal, pero no globalmente, hay empresas que ganan dinero o tienen previsiones de ganar más", asevera Álvarez.

También UGT, que no firmó el convenio que ahora se reclama, cree que debe cumplirse, "porque los datos que da la patronal sobre pérdidas no son homogéneos. No quieren negociar de forma individual, así que vamos al conflicto colectivo y a los tribunales", dice Pilar Navarro, secretaria federal de Salud y Dependencia de UGT.

Todos son conscientes de que están en juego puestos de trabajo. En la patronal saben que este sector es clave para la generación de empleo, pero insisten en que tanto la subida de salarios como las condiciones de los conciertos no les permiten desarrollarse tanto como quisieran. "Este sector, que en los últimos años ha empleado por encima de la media de otros sectores, empieza a perder empleo", advierte José Alberto Echevarría, presidente de la FED.

Si la Audiencia Nacional decide, por último, que se aplique el convenio firmado donde se recoge la subida salarial pactada en el convenio, los sindicatos temen que haya que reclamar centro a centro que se ejecute la sentencia. "La patronal tendrá que acreditar pérdidas, pero el conflicto ya habrá quedado abierto en todos los lados", asegura Álvarez. "Nosotros firmamos aquel convenio con la buena voluntad y hemos subido los salarios, pero con la crisis no podemos", insiste el presidente de la FED.

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