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El ayuntamiento respalda la actuación policial durante el cierre de la Puerta del Sol

El vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, rompe el silencio del consistorio sobre el blindaje de la plaza

"Ningún espacio público de todos puede ser utilizado solo por algunos". Esta es la síntesis de la valoración que ha hecho esta mañana el vicealcalde del Ayuntamiento Madrid, Manuel Cobo, sobre los acontecimientos que la semana pasada resucitaron al movimiento 15-M.

Cobo ha respaldado la actuación policial, que a su juicio intervino "de forma proporcionada" con el cierre de la Puerta del Sol y de la estación de Metro y Cercanías durante tres días. El Ayuntamiento de Madrid mantuvo silencio durante toda la semana pasada, mientras el intento de tomar Sol por parte de los indignados y la intención policial de frenarlos provocaron el desalojo de comercios y restaurantes, el cambio de itinerarios de líneas de autobús y cargas policiales a las puertas del Ministerio de Interior, con tres detenidos y 20 heridos, entre ellos siete policias.

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Cobo no ha querido valorar si le parecía adecuado el cierre de la plaza a todo tipo de tránsito o si comparte con Francisco Granados, secretario general del PP madrileño, la propuesta de enviar a los 90.000 militantes regionales del partido a Sol en apoyo a los comerciantes. El vicealcalde, que ha acudido a las obras de rehabilitación de un equipamiento deportivo en el distrito Centro, asegura estar "satisfecho, como la mayoría de los ciudadanos de que se puedan expresar aquellos que tienen motivos de indignación con aquellos que quieran disfrutar de espacios".

Rechaza que haya instalaciones fijas en la Puerta del Sol, como el puesto informativo que habían construido los miembros del 15-M y que la policía retiró la semana pasada y asegura que algunos integrantes del movimiento "en momentos determinados han ido mucho más allá de lo que podía ser una protesta pacífica".

La consejera de Presidencia y Justicia, Regina Plañiol, se ha referido a los indignados como "un grupo de personas violentas y agresivas" que nada tienen que ver con el espíritu del 15-M.

El vicealcalde ha pedido además a la Delegación de Gobierno que prohíba la manifestación prevista el 17 de agosto para la que han pedido permiso grupos ateos, laicos y cristianos de base. Cobo ha recordado que, en Semana Santa, se rechazó la celebración de una procesión atea "solicitada en el sentido de perturbar" y espera que en este caso ocurra lo mismo.

Plañiol también se ha pronunciado en estos términos y ha pedido a la delegación del Gobierno que ponga todos los medios "para que la JMJ sea pacífica y para que los llamados indignados respeten los derechos de los demás".

El informe del Ayuntamiento -que la Delegación del Gobierno solicita pero cuya resolución no es vinculante- será "desfavorable", según Cobo. El portavoz municipal defiende que existan manifestaciones de cualquier tipo, incluida una protesta contra la visita del Papa, "pero no en el momento en el que va a haber cientos de miles de personas celebrando todo lo contrario".

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