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Richard Stallman: "Las patentes de software son como minas para los programadores"

El presidente de la 'Free Software Foundation' afirma que el mayor desafío será evitar que las grandes compañías ilegalicen el software libre

Los convocantes de las concentraciones del pasado 27 de abril en las Universidades españolas dicen que 10.000 personas acudieron a las facultades con estudios informáticos para expresar su rechazo a las patentabilidad del software, que podría ser legalizada si el Parlamento Europeo aprueba una propuesta de directiva europea que viene generando polémica los últimos meses. Richard Stallman, presidente de la 'Free Software Foundation' y creador del movimiento del software libre, considera que las patentes de ideas informáticas son "obstáculos para el desarrollo", y defiende la libre circulación del conocimiento otorgando libertad para copiar, modificar y redistribuir los programas informáticos. Creó el contrato por el documento que rige el uso del código de este software, la licencia GPL, pero quizás sea más conocido por su constante enfrentamiento con Microsoft. La semana pasada pasó por Madrid, a donde volvió ayer apadrinar el estreno de la Fundación Conocimiento Libre, que premió la aportación de Juan Carlos Rodríguez Ibarra, Esteban González Pons, y el Senado Español a la lucha por la libertad del conocimiento. Entre ambos actos Stallman contestó a nuestras preguntas por correo electrónico.

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PREGUNTA. Más de 20 años después de dar inicio al movimiento del software libre, cuáles cree que han sido sus mayores logros, y cuáles los mayores desafíos que deberá afrontar en las dos próximas décadas.

STALLMAN. Nuestro logro más significativo es hacer posible usar un ordenador moderno en libertad. Hemos desarrollado sistemas libres, entre los que se encuentra GNU/Linux. Además hemos construido una comunidad de decenas de millones de usuarios libres. El mayor desafío será evitar que las grandes corporaciones conviertan el software libre en algo ilegal o imposible de usar. Tienen grandes campañas para lograrlo. La industria del cine y las discográficas han conseguido en EE UU y muchos países europeos que se prohíba el acceso del software libre a los DVDs y los discos defectuosos, esos cedes 'de pega' que muestran la leyenda Copy Control en lugar del logotipo CompactDisk.

Casi todo el mundo está contra las patentes de software excepto las grandes corporaciones, y aquellos cuyo apoyo ha sido logrado a través de pagos o chantajes. Un ejemplo es el acuerdo que Microsoft ha alcanzado para invertir en un laboratorio de investigación en Francia. Hay quien sospecha que es para comprar apoyos para las patentes de software. Por otra parte, el año pasado Microsoft amenazó con retirar de Dinamarca a una filial (una compañía local que había adquirido) como chantaje si el Gobierno no apoyaba las patentes de software. Mientras, los productores de ordenadores normalmente se niegan a decirnos qué comandos necesita usar un programa para funcionar sobre el hardware. No podemos escribir software libre si no nos dicen cuál es el trabajo que hay que hacer. Tienen una campaña general para hacer imposible que puedas controlar tu propio ordenador.

Lo llaman 'Computación de Confianza' ('trusted computing' en el original), pero nosotros le decimos 'Computación Traidora' ('Treacherous Computing'). Es 'de confianza' desde el punto de vista del desarrollador de aplicaciones que puede confiar en que tu ordenador va a obedecerle a él antes que a ti. Visto así, se trata de una traición.

Yo confío en que, si superamos estos obstáculos y no nos impiden o prohíben prestar un servicio público, podremos hacerlo bien y el software libre se convertirá en lo normal, mientras que el software propietario será lo raro.

P. El pasado miércoles 27 de abril participó usted en las protestas de las Universidades españolas contra directiva sobre patentes. En su opinión, ¿cuáles serían los efectos negativos de esta legislación, de resultar aprobada?

S. Las patentes de software son como minas antipersonales para programadores. Es posible que uno no infrinja una patente con cada decisión de diseño, pero hay muchas de ellas a lo largo del desarrollo de un programa grande, y seguramente se violen algunas patentes por el camino. Un programa es como una sinfonía. En ambos hay anotaciones con muchos detalles que desarrollan ideas. Una sinfonía es un gran trabajo que combina muchas ideas, pero lo que la hace buena es que las une todas de forma armoniosa. Si las ideas musicales pudieran patentarse, cualquiera que estuviera componiendo correría el riesgo de ser demandado por usar alguna idea patentada. Para un buen compositor sería más complicado escribir una pieza por la que no ser demandado que escribir una sinfonía que sonase bien. Las patentes serían así obstáculos para la composición, como las patentes de software son obstáculos para el desarrollo.

P. La Fundación Conocimiento Libre, presentada oficialmente el 5 de mayo en Madrid, le ha reservado el puesto de Patrono de Honor. ¿Cuáles son las razones de su apoyo a esta organización?

S. Animar a compartir el conocimiento humano es vital. Estoy encantado de poder apoyar una organización que trabaja para este fin.

P. ¿Cuál es su relación con los movimientos libres relacionados con otras áreas del conocimiento distintas del software?

S. Durante los 90 la gente me preguntaba hasta donde se extenderán las ideas del software libre. Yo había llegado pronto a la conclusión de que el software libre necesita documentación (manuales) libres, pero este es un caso especial, porque la documentación necesita ser distribuida con los programas a que se refiere. De modo que tuve que pensar sobre esa pregunta y la reflexión me tomó algunos años. En torno a 1998 escribí y realicé declaraciones sobre la necesidad de enciclopedias y libros de texto libres, y hoy se están creando.

P. ¿Funcionan los permisos de copia, modificación y distribución del mismo modo en otras áreas del conocimiento?

S. Si. Todos las obras cuyo principal propósito es un uso práctico necesitan ser libres. Esto incluye el software, por supuesto, pero también a los métodos o recetas, los textos educativos y las obras de consulta.

Se habrá dado cuenta de que la gente que cocina siempre ha sido libre para usar, compartir y cambiar las recetas. En la práctica, éstas han sido siempre un conocimiento libre, como el software libre. Imagine como sería el enfado de todos los que cocinan si el Gobierno dijera: "Desde hoy, si compartes una receta te llamaremos pirata y te llevaremos a la cárcel". Ese mismo enfado es la base del movimiento del software libre y, ahora, del movimiento por el conocimiento libre.

P. La Fundación Conocimiento Libre también defiende los estándares libres. Recientemente, la fusión de Adobe y Macromedia ha reavivado el debate sobre los inconvenientes de usar formatos propietarios como Flash o PDF . ¿Por qué debe la gente apoyar el uso de estándares libres en lugar de los patentados?

S. No sabía hasta ahora de la unión de esas dos empresas. Podría ser una mala noticia. Adobe es una empresa desagradable por varios motivos. Defiende los sistemas Digitales de Control de las Restricciones [Stallman modifica aquí el acrónimo DRM, que realmente quiere decir sistemas digitales de control de derechos, 'digital rights management' en inglés].

También logró que arrestaran a Dmitri Sklyarov cuando visitó Estados Unidos para hablar en una conferencia científica, porque había escrito un programa en Rusia que podía ser utilizado para saltarse el sistema digital de control de restricciones de Adobe. UnoS días después, cuando todavía estaba encarcelado, Adobe dijo que se arrepentía de lo que había hecho. Estaba tratando de evadir la responsabilidad por sus actos y evitar la condena de muchos programadores de todo el mundo. Cuando tiras zumo en el abrigo de alguien, dices 'oops' y te ofreces a pagarlo. Adobe dijo 'oops', pero no se ofreció a pagar los gastos legales, ni siquiera los que le generó la obligación de quedarse en EE UU sin permiso para trabajar. Al final, el y su empleado fueron exonerados.

Los formatos y protocolos secretos son uno de los métodos que los desarrolladores de software privativo utilizan para controlar a los usuarios y evitar que nosotros desarrollemos software interoperable [programas que funcionan en diferentes sistemas]. Si almacena su información en un formato de archivo secreto, como Word, el desarrollador de ese formato controla el acceso a sus datos. Si usa formatos o protocolos secretos para comunicarse con los demás, les estará presionando para que usen el mismo software propietario. En la práctica, la compañía usa su poder para que usted le ayude a extenderlo sobre otros, un fenómeno conocido generalmente como 'efecto de red'.

Por eso la campaña contra el uso de formatos como Word. Microsoft tiene la costumbre de cambiar ese formato cada pocos años, como un método de forzar a los usuarios a realizar actualizaciones. Ahora que Microsoft ha identificado el software libre como su principal competidor, cambiar de formato también le proporciona una forma de evitar la interoperatividad. Necesitamos reducir el poder de Microsoft ahora, antes de que use ese poder. El modo de hacerlo es no leer los archivos de Word que la gente le envíe.

Irónicamente, todo esto es algo bastante feo que Adobe aún no ha hecho. PDF es un formato cuyo uso puede aceptarse, porque existe documentación pública sobre él y funciona con muchos programas, incluido el software libre. La versión más reciente incluye algunas característica que están patentadas en EE UU y que lo serán en Europa si la UE permite las patentes de software. Afortunadamente, se trata de características poco utilizadas.

Así que, si alguien le envía un archivo de Word no lo lea. Pídale que lo envíe como un texto normal, HTML, PDF o RTF. La administración no debería usar nunca ese formato o cualquiera que sea secreto para comunicarse con lo ciudadanos y con otros organismos. Sólo deberían usar formatos con documentación pública que todo el mundo pueda usar.

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