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Camps, la ilusión, los sueños y la realidad

Francisco Camps, presidente de la Generalitat, acudió al nuevo hospital La Fe en el mismo coche que la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. Ayer cambió el tono exaltado del que hizo gala el sábado en Alzira, en un multitudinario acto de partido, por una actitud de absoluta mansedumbre. En una breve alocución ante los periodistas, Camps dijo: "Un hospital es un centro de esperanza, un lugar de vida. Con la puesta en marcha de este primer día de traslado del antiguo hospital La Fe a este nuevo hospital, novísimo hospital, enorme hospital La Fe, creo que estamos demostrando que con trabajo y con ilusión los sueños se hacen realidad".

El presidente se recreó en "el mayor hospital de Europa por número de habitaciones individuales", elogió el trabajo de los profesionales sanitarios y celebró de nuevo: "Hoy, los bulevares están llenos de vida. Los sueños se materializan si hay ganas de trabajar".

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Un traslado de muy alto riesgo

Como es costumbre, el presidente del PP de la Comunidad Valenciana, a quien el fiscal reclamó el viernes una multa de 41.250 euros por un delito de cohecho continuado, no admitió preguntas. Rita Barberá, a dos pasos del presidente, mostraba una actitud severa.

Minutos antes, el informativo de la Cadena SER, deslizaba un secreto a voces. Aunque Mariano Rajoy y María Dolores de Cospedal, máximos responsables del PP nacional, evitan cualquier comentario en público sobre la compleja situación judicial que atraviesa Camps, de puertas hacia dentro, varios dirigentes del partido dan por hecho que no podrá ser candidato a la presidencia de la Generalitat. Las posibilidades de colisión entre el calendario judicial y el calendario político, con unas elecciones autonómicas a la vista el próximo 22 de mayo, son tan evidentes, y la fuerza electoral del PP en la Comunidad Valenciana es tal, que lo más aconsejable, comentan en Génova, sería ceder la plaza del número uno a cualquier otro candidato. Solo hay dos problemas. Camps no quiere irse. Y Rajoy todavía no se lo ha pedido, al menos personalmente.

Al margen del complejo juego que se desarrolla en el seno del PP, José Ramón Mayans, secretario de Sanidad de los socialistas valencianos, aportó su punto de vista: "Camps es capaz de utilizar a la sanidad y a los enfermos para tapar con una fotografía que está a punto de ser juzgado por corrupción, para tapar su implicación en la trama Gürtel y que su gobierno está paralizado ante una crisis económica e institucional sin precedentes".

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