_
_
_
_
_
Elecciones municipales y autonómicas

La obra del siglo en Alicante levanta el vuelo

Inaugurada la nueva terminal del aeropuerto de L'Altet

La envergadura y la trascendencia para el futuro de la ampliación de L'Altet reunió durante unas horas bajo un mismo techo a lo más granado del mundo político y empresarial de la provincia de Alicante y de la Comunidad Valenciana. Alrededor de 300 invitados participaron en la inauguración de la gran obra del siglo en la provincia, que ha supuesto una inversión de casi 629 millones de euros y que duplica la capacidad del primer aeropuerto valenciano.

En la inauguración no se echó de menos a ningún representante de los ámbitos político, económico y social. La lluvia fue la primera en aparecer. Pero hizo un paréntesis para permitir la irrupción del grueso de la comitiva oficial, encabezada por el ministro de Fomento, José Blanco, y la de Sanidad, Leire Pajín. Junto a ellos, puntual y comedido, se presentó para sorpresa de muchos y comidilla de la inauguración Eduardo Zaplana, en su condición de expresidente del Consell cuando se empezaba a reclamar la ampliación del recinto.

300 personas asisten a la inauguración de esta obra de 629 millones
El ministro Blanco destaca la política de hechos frente a la de las palabras
Camps se ausentó del ágape para ir a un acto no previsto en su agenda
Más información
Un Consell volcado en la agitación y la propaganda
Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Su sucesor, Francisco Camps, llegó el último, poco antes del inicio de los parlamentos y con todos los asistentes ya acomodados en sus asientos. Al jefe del Consell, arropado por varios de sus consejeros y aquejado por una hernia, se le escuchó saludar a un invitado con un "aquí vamos, tirando de vértebra". Al llegar, Camps saludó a Zaplana y al presidente de la Diputación y del PP de Alicante, José Joaquín Ripoll, con un frío apretón de manos y durante el resto del acto las comitivas de los dos sectores del PP ya no volvieron a cruzarse.

El acto fue comedido y sin alardes de grandilocuencia: la obra y sus grandes cifras hablaban por sí solas y achantó la locuacidad de los políticos. La satisfacción se veía en las caras de los impulsores, de los responsables políticos valencianos y muy especialmente de los empresarios, que no ahorraron elogios para una infraestructura que consideran la mejor de las tarjetas de presentación en plena crisis. "L'Altet es una entrada de casa de cinco estrellas. La obra más importante desde la AP-7 a nivel económico y turístico. Ahora hay que seguir trabajando a ese nivel en los municipios turísticos", defendió el presidente de la patronal hotelera de Benidorm y Costa Blanca (Hosbec), Antoni Mayor. "Es magnífica. Ayudará mucho a Alicante, a la provincia y al resto de España, sobre todo a nivel turístico", aportó el presidente de la Cámara de Comercio de Alicante, José Enrique Garrigós.

En los parlamentos abrió fuego el anfitrión, Alejandro Soler, alcalde socialista de Elche, que calificó la nueva infraestructura como "la inversión más importante realizada jamás en la provincia". Las intervenciones, en líneas generales, fueron de guante blanco, aunque tampoco se desaprovechó la ocasión para defender la política propia.

Blanco, que siguió a Soler, regaló sus primeras palabras a los 7.500 profesionales que han trabajado en el recinto y agradeció a los trabajadores de AENA el fin de la huelga. El ministro de Fomento destacó que la obra, que "más que una terminal", es "un nuevo aeropuerto" traerá proyección empresarial, turística y económica. "L'Altet es la primera empresa de la provincia de Alicante", subrayó, para añadir que la nueva terminal creará 1.270 nuevos empleos, directos e inducidos. Y anunció que en 2011 alcanzará la cota de los 10 millones de pasajeros. El recinto tiene capacidad para 20 millones de pasajeros al año.

El ministro aprovechó la oportunidad que le brindaba el granado auditorio para defender la política del Gobierno. Y recordó que a la nueva terminal le seguirá el año próximo la llegada de la alta velocidad. "Fomento trabaja a pleno rendimiento en Alicante y en toda la Comunidad Valenciana. El auténtico compromiso no se dibuja en palabras, sino con hechos tangibles", resumió por si cabían dudas.

Y cerró el acto Camps, que serio y escueto, calificó la jornada de "importante", llamó a Blanco "querido ministro" y recordó que invertir en esta tierra es "hablar de empleo, prosperidad y futuro". Y pese a las buenas formas, remató: "Aquí queda todavía mucho por seguir haciendo y mucho por seguir invirtiendo".

Dicho lo cual, la inauguración siguió con un breve recorrido por la nueva terminal, con las numerosas tiendas en perfecto estado de revista a pesar de que el público no podrá entrar en la terminal hasta hoy. Campistas por un lado, ripollistas o zaplanistas por otro, más próximos a los socialistas, y los empresarios en todas partes. Tras un breve paseo, la comitiva campista dio la inauguración por terminada y se dirigió a la salida, dado que Camps decidió sobre la marcha acudir a la inauguración de un centro de salud en Elche. Algunos empresarios le siguieron despistados pero volvieron a entrar para participar en el ágape en marcha.

A la salida, Camps se encontró a unos metros con unas decenas de delegados de CC OO y CGT que protestaban contra la privatización aeroportuaria y que canturreaban "la cueva de Alí Babá, ahí está".

Dentro, el piscolabis fue la parte más cálida de la inauguración y nadie parecía tener prisa por marcharse. El primero, Blanco, junto a la secretaria general de Infraestructuras, Inmaculada Rodríguez-Piñero y rodeado de alcaldes y ediles socialistas, que exhibían sonrisas y abrazos al tiempo que muchos buscaban un minuto con los ministros o con el secretario general de los socialistas valencianos, Jorge Alarte. Pajín también departió sin prisa y en tono relajado. Tampoco corrieron hacia la puerta los empresarios, cuyos máximos representantes hacían corros, con la sucesión al frente de Cierval en el horizonte. Entre ellos estaba el presidente de la patronal autonómica saliente, Rafael Ferrando, que mantenía el tipo en presencia de su futuro sustituto, José Vicente González, y del próximo secretario general de Cierval, Javier López Mora, de Coepa. Zaplana y Ripoll junto a los suyos también se tomaron su tiempo en la recepción.

Por otro lado, en Castellón, ayer, por fin, se suscribió el acuerdo entre Aerocas y Concesiones Aeroportuarias para la gestión del futuro aeropuerto después de que la concesionaria reclamara el restablecimiento del equilibrio económico financiero ante una más que probable caída en las previsiones de pasajeros, informa María Fabra. El acuerdo estipula que la sociedad pública Aerocas se hará cargo de las pérdidas de la empresa, durante los ocho primeros años, en lugar de pagar los seis euros por cada pasajero de menos de 600.000 que utilicen esta infraestructura, que era la cláusula estipulada en el anterior contrato. El presidente de Aerocas, Carlos Fabra, no dio datos de previsión de pasajeros pero sí quiso calcular que el montante que tendrán que desembolsar las arcas públicas rondará los ocho millones de euros, a los que se sumará el coste del pago de controladores, bomberos y seguridad, alrededor de cinco millones más al año, a los que tiene que hacer frente por un cambio normativo. Concesiones Aeroportuarias, por su parte, ampliará su capital de nueve millones de euros para facilitar la solución al problema económico financiero que supondrá la puesta en marcha de la infraestructura.

Fabra anunció que "próximamente" se firmará un acuerdo entre la Consejería de Turismo, la Diputación de Castellón y Ryanair para incorporar el aeropuerto de Castellón al convenio que tiene la compañía con los aeropuertos de Valencia y Alicante, y por el que la Corporación provincial aportará entre 150.000 y 200.000 euros anuales.

La nueva terminal del aeropuerto de L'Altet, ayer durante su inauguración.
La nueva terminal del aeropuerto de L'Altet, ayer durante su inauguración.JOAQUÍN DE HARO

Radiografía de las nuevas instalaciones del primer aeropuerto de la Comunidad Valenciana

- Historia de una ampliación. El Plan Levante, que aglutina todas las obras previstas para el aeropuerto de L'Altet, va desde 2004 hasta 2011. En él están incluidas todo tipo de obras, desde la terminal 2 hasta la nueva terminal. Esta última obra arrancó en el año 2005. Las terminales 1 y 2 se cierran desde hoy con la apertura del nuevo edificio.

- Las grandes obras de una nueva infraestructura. La actuación en L'Altet supone la construcción de una nueva terminal, pero también un nuevo edificio de aparcamiento, nuevos viales y accesos, la ampliación de la plataforma de estacionamiento de aeronaves, una planta termofrigorífica y una nueva central eléctrica

- La nueva terminal. Tiene una superficie de 333.500 metros cuadrados, frente a los 54.800 metros cuadrados de las terminales 1 y 2, seis veces más. Las nuevas salas de embarque suman 27.000 metros cuadrados y 26 puertas de embarque, frente a las 16 actuales. Las instalaciones también tienen 16 pasarelas de conexión directa al avión, frente a las cinco de la terminal 1. La sala de facturación tiene 15.500 metros cuadrados, frente a los 5.700 metros cuadrados actuales y pasa de 53 mostradores de facturación a 98. Hay 16 cintas de entrega de equipajes, dos para equipajes especiales y las salas de recogida suma 15.900 metros cuadrados, frente a los 4.300 actuales

- Arquitectura. El arquitecto norteamericano Bruce Fairbanks ha tenido en cuenta en su diseño el concepto de espacio y luz natural. La nueva terminal cuenta con 40 cúpulas de 36x36 metros de envergadura y están coronadas por un lucernario. También cuenta con 27 lampadarios con forma circular a modo de anillo, cada uno de los cuales pesa 1.200 kilos.

- Nuevo aparcamiento. Cuenta con 4.200 plazas distribuidas en seis plantas que se suman a las 2.000 actuales.

- Oferta comercial. Ocupa más de 8.000 metros cuadrados, un 39% más que actualmente.

- Inversión y empleo. Las obras de L'Altet han supuesto una inversión de 628,67 millones de euros. En la nueva terminal han participado 910 empresas entre 2005 y 2010 y han participado 7.589 trabajadores de 52 nacionalidades. La nueva terminal creará 1.270 empleos, entre directos e inducidos.

- Cultura. En la nueva terminal hay dos esculturas de Eusebio Sempere, un mural pictórico de Juan Genovés, otro de José Manuel Ciria y tres fotografías en la sala VIP de Raúl Belinchón.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_