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Un regalo que costó caro

Nadie sabe cómo está por dentro el Pazo de Meirás, devastado en parte por un incendio de origen desconocido en 1978 y que se llevó parte de los 17.000 volúmnes que Emilia Pardo Bazán guardaba en su refugio literario. Fueron las herederas de la autora de Los Pazos de Ulloa las que vendieron en 1938, por unas 415.000 pesetas, el singular castillo a un grupo de autoridades y empresarios franquistas, encabezados por el banquero Pedro Barrié de la Maza.

Fue un regalo a Franco que costó caro a toda la provincia de A Coruña, ya que para comprar la propiedad, ensancharla con fincas y decorarla, se recurrió a una suscripción popular de donativos obligados, expropiaciones forzosas mal pagadas o incluso gratuitas de terrenos y hasta casas, y todos los ayuntamientos tuvieron que poner dinero: un mínimo del 5% de lo recaudado en un año con el impuesto de la contribución. En un informe militar reservado de un alto mando del Ejército franquista, se cifra en 1,2 millones el coste en 1938 del "obsequio" al Caudillo.

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