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Las vieiras tóxicas de Ferrol se vendían a restaurantes

Los cinco detenidos el jueves acusados de comerciar ilegalmente con vieiras frescas de la ría de Ferrol quedaron ayer en libertad con cargos tras prestar declaración ante el juez instructor y la Guardia Civil. A los cinco imputados en la Operación Capacho, tres hosteleros coruñeses y dos furtivos, se les atribuye un presunto delito contra la salud pública ya que muy probablemente el marisco con el que mercadeaban sin control sanitario contiene elevados niveles de toxina amnésica (ASP), muy perjudicial para los humanos. Según fuentes de la investigación, quedaron en libertad porque todos accedieron a colaborar con las autoridades para determinar el destino del millar de bivalvos intervenidos.

Más información
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Entre los reputados clientes de unas vieiras potencialmente tóxicas estaría un afamado restaurante compostelano, muy popular entre los turistas, una marisquería coruñesa o un conocido bar de Ferrol. El juez instructor del caso, Alejandro Morán, ordenó a la Guardia Civil continuar con una investigación que todavía no ha cerrado la lista de imputados y que se precipitó por la creciente demanda en estos días de moluscos frescos para paladear en bodas y comuniones.

Tres años después del último gran operativo contra la vieira ilegal en la ría ferrolana, la Operación Capacho volvió a toparse anteayer con dos viejos conocidos de la Guardia Civil, dos furtivos muy curtidos en la extracción y venta ilegal del marisco que empleaban el mismo procedimiento delictivo para llevar la vieira fresca del fondo de la ría hasta el plato de varios restaurantes muy conocidos de la provincia.

Los dos presuntos furtivos arrestados el pasado miércoles, Higinio Fernández Bajo y José Manuel Rodríguez, ya habían sido detenidos por los agentes del instituto armado en 2008. Fueron a prisión y reincidieron nada más tocar la ría. Fueron los únicos que ayer pasaron a disposición del juez en la sala de instrucción número tres de Ferrol. Los tres hosteleros también quedaron en libertad tras declarar en dependencias de la Guardia Civil.

Tres años después

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En septiembre del 2008, el instituto armado ya había desmantelado una extensa trama que implicaba a furtivos ferrolanos y a un distribuidor compostelano (Comercial Xanquei) que repartían las vieiras tóxicas entre reputados restaurantes gallegos, como Toñi Vicente en un amplio operativo bautizado entonces como Operación Cataluña.

Durante esta última investigación, que arrancó hace varios meses, la Guardia Civil pudo comprobar que los capachos de marisco pasaban del coche de los furtivos a manos de particulares que presumiblemente eran compradores habituales. El jueves, los agentes se incautaron más de un millar de vieiras, 50 kilos de zamburiñas y un equipo de buceo en varios registros en garajes, casas y bares de las ciudades de Ferrol, A Coruña y Santiago.

La vieira ferrolana está en veda y por ley, sólo puede comercializarse una vez eviscerada, un proceso que consiste en eliminar la zona donde se acumulan más toxinas.

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