La Wii por fin conquista a los 'jugones' clásicos
El tradicional 'Super smash bros. Brawl' ha vendido cinco millones de copias en EE UU y Japón
No todo en Wii van a ser juegos de mejora personal o deporte. El primer título que ha obtenido ventas millonarias, con supuestos más tradicionales para los jugones, es Super smash bros. Brawl (algo así como La tangana de los hermanos súper choque), publicado la semana pasada en Europa. Los ingredientes del éxito -cinco millones de ventas entre Japón y Estados Unidos en meses- son fáciles de entender: la habitual jugabilidad de Wii y una batería de 35 personajes que pueden enfrentarse en duelos karatecas y que incluyen a los habituales de la marca japonesa: el pokémon Picachu, Mario Bros, Donkey Kong...
Esta tercera entrega de la serie de peleas de Nintendo, la primera para Wii, llega en un momento significativo, cuando las críticas sobre sus limitaciones arrecian por parte del sector más tradicional. Prueba de ello es la reciente respuesta del jefe de la división europea de Nintendo, David Fischer, a las críticas por la escasez de disco duro de la máquina: "Sólo los geeks y los otakus necesitan más". Más tarde pidió disculpas.
Con menos potencia gráfica y menos memoria que sus competidoras (los 512 megas de esta máquina son una cifra 80 veces inferior a la de la memoria de la PS3 más sencilla), Wii se ha colocado en cabeza del mercado apostando por la conquista de nuevos públicos. Y eso no ha gustado a muchos jugadores tradicionales, algo reforzados por las sucesivas decepciones que han supuesto los lanzamientos de juegos para Wii creados por terceras empresas, que a menudo no sacan partido de las cualidades de la máquina.
La serie Super smash bros es, en cambio, un guiño al jugador de toda la vida, al que seguía en su momento series míticas de combate como Double dragon o Tekken. Para interesar a ese público, Nintendo creó incluso en Japón una especie de encuesta popular para ver qué personajes de otras compañías podían incluirse, que ganó el famoso erizo Sonic. Wii ha ido realizando otros guiños a los jugadores tradicionales, como la puesta a la venta de un mando similar al de las otras videoconsolas.

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