Los abogados de Polanski piden que sea juzgado en ausencia
Puede ser su último recurso, casi una treta legal digna de una de sus películas más vanguardistas: ser juzgado en ausencia por el supuesto delito de haber mantenido relaciones sexuales con una niña de 13 años en 1977. Los abogados de Roman Polanski acaban de presentar una petición en ese sentido ante el Tribunal Superior de Justicia de Los Ángeles, como una oferta conciliadora para poner fin a una amenaza de cárcel que persigue al cineasta desde hace ya más de 30 años.
"Pido que se emita una sentencia en mi contra en mi ausencia", dijo el director de La semilla del diablo y El pianista en un escrito el pasado 26 de diciembre desde el chalet suizo donde se encuentra bajo arresto domiciliario. El juez que instruye el caso, Peter Espinoza, ha aceptado considerar esa opción y se pronunciará al respecto el próximo 22 de enero.
En su carta, los abogados le pedían al juez que ayudara a solucionar el caso rápidamente, ya que existe la posibilidad de que Espinoza escuche a las partes y le aplique al director fugado una sentencia que no implique prisión, como una multa o servicios a la comunidad, más cuando se ha puesto en duda el testimonio de varios testigos y agentes de la investigación inicial.
Sin embargo, el juez, en su respuesta, recomendó a los abogados una solución mucho más rápida que la del juicio in absentia: "El señor Polanski podría, simplemente, decidir que quiere regresar y acabar realmente rápido con todo esto".
