'Hace falta una cultura de la imagen'

Sus hermanos le sirvieron de modelos y la vieja cámara de su padre, de herramienta para, con tan sólo 11 años, realizar la primera de miles de fotografías a través de las cuales halló su vocación. Cristina García Rodero (Puertollano, 1949) está considerada una de las mejores fotógrafas actuales y así lo avala su obra y los numerosos premios que ha cosechado. Acaba de impartir un taller sobre fotografía dentro de los cursos de verano que la Universidad Rey Juan Carlos celebra en Aguadulce (Almería).

Pregunta. ¿Sería hoy fotógrafa si no se hubiera encontrado de pequeña en casa con la cámara de su padre?

Respuesta. Imagino que sería pintora. La pintura era lo mío y estudiar la carrera de Bellas Artes en Madrid fue para mí un momento de absoluta felicidad. Me gustaban todas las asignaturas. Al final, pasé a la fotografía porque tuve la suerte de obtener una beca de la Fundación Juan March para realizar un trabajo sobre las fiestas de España. Para mí fue un gran descubrimiento. Era algo que no conocía y me encontré con una España muy digna de la que apenas existía información. A través de las fiestas de los pueblos españoles descubrí un estallido de vitalidad y de arte. Lo más importante que me pasó fue encontrar ni verdadera vocación.

P. ¿Le resulta muy complicado seleccionar a alumnos que desean acudir a un taller impartido por usted?

R. Siempre veo el material que envían los alumnos. Para mí, lo más importante son las fotografías que muestran su trabajo, porque ahí es donde se ve realmente cómo es el autor. Otras veces también me sirve de ayuda el currículo, pero lo más importante son las fotografías. En ocasiones me encuentro con que la gente envía fotos parecidas a lo que yo hago porque, quizás, creen que así tendrán más posibilidades, que yo me sentiré más identificada con ellos. Pero justo al contrario, a mí lo que me interesa es lo que hace esa persona y si es capaz de arriesgar o no.

P. ¿Cómo ve el panorama actual de la fotografía española?

R. Creo que goza de muy buena salud. Está saliendo mucha gente joven que ahora tiene más medios de los que había en mi época. También hay una mayor reacción de los ciudadanos y de las administraciones y entidades, un mayor sensibilización hacia lo que la fotografía puede aportar. Poco a poco, en España, la fotografía está ocupando su lugar.

P. ¿Pero existe realmente en el conjunto de los ciudadanos una adecuada educación sobre la fotografía?

R. No. Hace falta una cultura de la imagen. Creo que enseñar fotografía debería de ser tan importante como enseñar idiomas o acceder a un carné de conducir. Lo que también ocurre es que esto es algo joven, con apenas más de siglo y medio de existencia y hay historiadores que no se atreven a dar una opinión sobre algo tan joven, por eso yo valoro mucho a quienes nos están enseñando nuestra historia de la fotografía.