El TSJA inicia la vista oral contra el juez Serrano por prevaricación

El juez de familia de Sevilla Francisco Serrano se enfrenta hoy al primer día de juicio por un delito de prevaricación que pudo haber cometido al modificar el turno de custodia de un niño de 11 años, cuyos padres están divorciados. En 2010, el juez le amplió en día y medio la estancia con el padre y quedó así asegurada la salida, como paje, en una procesión de la Madrugá sevillana. El juez, en su declaración previa, sostuvo que buscó "garantizar el interés del menor".

La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), con sede en Granada, acoge la vista oral que tiene previsto continuar hasta el miércoles. La fiscalía pide para el juez diez años de inhabilitación y el pago de una multa de 5.400 euros, mientras que la acusación particular, que ejerce la madre del niño, eleva a 20 años la inhabilitación y la multa a 14.400 euros.

El abogado de la madre afectada también solicita una indemnización de 60.000 euros para ella por los daños morales y físicos sufridos, 100.000 para su hijo y 12.000 para otro hijo menor. La Federación Andaluza para la Defensa de la Igualdad Efectiva (Fadie) ha convocado hoy una concentración a las puertas del TSJA para respaldar al juez.

En opinión de esa federación, "no existe duda" de que se trata de un "juicio político orquestado por la Fiscalía de Sevilla", a la que acusan de perseguir y linchar al juez Serrano. El inicio de la vista se produce después de que el pasado viernes, la Audiencia de Sevilla volviera a declarar correcta, como hiciera en junio, la actuación del juez de familia, ya que considera que concurrían para la modificación del turno las razones de "urgencia y necesidad" que prevé la ley. Y frente al argumento de que no le correspondía a él pronunciarse sino a un Juzgado de Violencia, la Audiencia sostiene que tenía la "competencia objetiva y funcional".

La pasada semana el alto tribunal rechazó por "extemporánea" la recusación de dos de los tres magistrados de la sala que propuso la acusación particular. En esos días, distintos profesionales del mundo del derecho han apoyado al juez, al que el Consejo General del Poder Judicial suspendió cautelarmente como titular del Juzgado de Familia 7 de Sevilla al ser procesado. Quienes lo respaldan manifiestan que su decisión no supone motivo alguno para el "drama personal que está sufriendo", ya que se "limitó a garantizar con eficacia el derecho fundamental" a la libertad religiosa. La decisión, subrayan, la avala la Audiencia provincial.

Según el turno establecido, desde el Viernes de Dolores al Miércoles Santo el niño tenía que estar con su padre y de Miércoles a Domingo de Resurrección con su madre. Una supuesta comunicación previa en la que la madre requería al padre información sobre la salida procesional fue interpretada por éste, según la acusación, como indicativo de las "dificultades" que ella pondría para la salida procesional del menor.

Ante esa situación, según el relato fiscal, el padre se personó en el juzgado del magistrado el Martes Santo y pidió una medida de protección para garantizar que el niño saliera en la procesión. El juez, supuestamente, acordó la decisión sin escuchar a las partes y tras dar audiencia al menor.

Fadie considera que la Fiscalía de Sevilla sigue "las directrices amordazadoras de un Gobierno de género agonizante" y entiende que con su actuación queda "en entredicho" la independencia de poderes y la efectividad de la fiscalía que "debiera emplear sus esfuerzos en perseguir las falsas denuncias por malos tratos (...) en lugar de acosar a los jueces que han tenido el valor de sacar a la luz 'mentiras de género".