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Montilla mantiene la incógnita y evita convocar ya las elecciones

El presidente dice que trabaja al margen del calendario electoral y descarta el 24 de octubre - La oposición le acusa de querer ganar tiempo

José Montilla presidirá hoy la primera reunión del Gobierno catalán tras el verano con un mensaje claro a sus consejeros: que no piensa convocar ya las elecciones (se especulaba con la fecha del 24 de octubre), por lo que podrían celebrarse a final de noviembre o diciembre. La legislatura se agota el Día de Todos los Santos y Montilla, de hecho, tiene tiempo hasta el 15 de octubre para convocar los comicios. Pero con el arranque del curso se han disparado todas las hipótesis. La oposición cree que Montilla solo busca ganar tiempo para remontar unas encuestas que le son muy adversas.

Pese al clamor de CiU, PP y Ciutadans para que convoque las elecciones, Montilla defendió la idea de que está trabajando y que el Gobierno tiene aún muchos asuntos que resolver. De hecho, hoy mismo viaja a China en misión comercial. "Me preocupan otras cuestiones como el inicio del curso escolar o la situación de las empresas. Estoy trabajando al margen del calendario electoral", dijo el presidente catalán en una entrevista a COM-Ràdio en la que insistió en que sus consejeros serán los primeros en conocer el día elegido.

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La fecha del 24 de octubre, en cualquier caso, circuló con tanta fuerza porque coincidía justamente con los 54 días que marca la Ley Electoral (LOREG) desde que se convocan los comicios hasta que se celebran. Los socios del tripartito expresaron su indiferencia ante el día que escoja finalmente Montilla, aunque en el Gobierno catalán se había extendido la sensación de que la convocatoria era inminente. De hecho, varios consejeros habían especulado sobre su futuro y sus opciones de figurar o no en las listas. Y hasta Joan Puigcercós, secretario general de ERC, ya dio por agotado el tripartito. Impasible y fiel a su hoja de ruta, Montilla apenas dio pistas ayer sobre el día que tiene en mente: solo confirmó que no serán el 7 de noviembre porque está prevista la visita del Papa a Barcelona.

La horquilla, por tanto, abarca desde el 31 de octubre -difícilmente porque cae en medio del puente de Todos los Santos- al 16 de diciembre. Todos los partidos dan por hecho que no serán tampoco ni el 14 ni el 21 de noviembre porque la visita del Papa se produciría en plena campaña. Una posibilidad sería el 28 de noviembre, el mismo día del Barça-Madrid. Montilla no lo ve incompatible. La única certeza es que, posiblemente, no imitará los pintorescos ejemplos de sus antecesores como cuando Jordi Pujol convocó en 1999 a las urnas desde la cima del Aneto o como cuando Pasqual Maragall las fijó para un miércoles festivo, 1 de noviembre.

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La oposición clamó ayer en favor de que las elecciones se celebren ya. Felip Puig, número dos de CDC, pidió a Montilla que no alargue la "agonía" del tripartito y Alicia Sánchez-Camacho, del PP, le instó a comportarse "como el presidente de la Generalitat y no como el secretario de un partido". Jaume Collboni, jefe de campaña del PSC, dijo que asume la decisión de Montilla. Mientras tanto y a la espera de la fecha definitiva, la junta de portavoces del Parlament decidirá en los próximos días si la Cámara celebra plenos, entre ellos el debate de política general, el que tradicionalmente abre el curso político tras la Diada de l'Onze de Setembre.

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