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Rebajas encubiertas para intentar sobrevivir a la crisis

El 5% de las tiendas barcelonesas cerrará tras las fiestas

Cristina Delgado

Las tiendas no están dispuestas a vender menos este año. Por eso, muchos comerciantes han decidido enfrentarse al bajón de consumo navideño de este año con rebajas. Pero ese término, el de rebajas, está censurado. Por ley, sólo pueden utilizarlo entre el 7 de enero y el 6 de marzo. Algunos pequeños comercios, especialmente perfumerías y zapaterías, han optado por destacar "descuentos" en sus escaparates. La cadena de perfumerías San Remo, por ejemplo, realiza promociones de entre el 10% y el 20%. Y en el eje comercial de Sants, dos zapaterías han puesto todos sus productos a 19,95 euros.

Pero las grandes cadenas son las más agresivas. Lefties, de Inditex, tiene prendas al 40% de su precio original. Celio, de ropa para caballero, rebaja el 50% en la segunda prenda. Y otros como Mango, que prefiere ser discreto y no lo anuncia en sus escaparates, Dedica zonas a los "regalos más asequibles", donde chaquetas de 35 euros se venden por 25. Y muchos locales ya han reservado una estantería a la "nueva colección"; prendas de primavera (tres días después de estrenar el invierno) para tentar a los más caprichosos.

Los consumidores recortan el gasto y se decantan por el regalo práctico
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En un contexto en el que, según la escuela de negocios Esade, el 5% de los tenderos barceloneses van a cerrar tras las fiestas, no es raro hallar precios de saldo. Pero, por otra parte, muchos están rebajando sus productos, siempre de forma encubierta, para sobrevivir. El presidente la Confederación Catalana de Comercio (CCC), Miguel Ángel Fraile, explica que el pequeño comercio está mostrando "más flexibilidad" que las grandes superficies en el precio de sus productos. Y añade que quienes "hagan los deberes" y sean capaces de adaptarse mejor y más rápidamente a las circunstancias saldrán mejor de la crisis que el resto.

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"Está claro que esta campaña no será como la de hace dos años. Ya sabíamos que sería dura", reconoce Fraile. "Por eso los comerciantes han tomado medidas. Está claro que el consumidor ha cambiado. Mira mucho cada euro que gasta. Pero el comercio se está adaptando, con ofertas y nuevos servicios", asegura. "No queremos hacer balance hasta después de Navidad, pero esperamos al menos llegar a las mismas cifras que el año pasado. Eso quiere decir que cerraremos en negativo, pero no peor", explica Elisabet Vilalta, gerente de Comertia, agrupación de empresas familiares catalanas. En las tiendas, cruzan los dedos. Pero reconocen que la cosa está más floja y el tiempo, para colmo, no acompaña. "De todas formas, la campaña de Navidad ya esta hecha. Ahora hay que esperar a la de Reyes", explica Salvador Albuixech, vicepresidente de Barcelona Comerç. ¿Y qué hay que esperar? "Algo bueno. Los Reyes nunca fallan", responde.

En la estación de metro de la plaza de la Universitat, tres chicas discuten la ruta de tiendas que harán. Fuera llueve y no quieren perder el tiempo decidiendo después. "Es la tercera vez que vemos lo que hay en las tiendas", comenta una de ellas. Buscan sus regalos de Navidad: vestido y zapatos para estrenar en Nochevieja. "Lo elegimos nosotras y después lo pagarán nuestros padres. Pero claro, tenemos un tope", confiesan. Por eso buscan y buscan antes de decidirse. Como la mayoría de los compradores esta Navidad. Las visitas a las tiendas se han mantenido, pero a la hora de pasar por caja, los clientes se lo piensan más. En plena navidad, hay más cola en los probadores que en las cajas. Y en las calles, más paraguas que bolsas con compras.

El consumidor busca más y compara precios

En el mercado callejero de la plaza de Sants, en Barcelona, maldicen la lluvia sin parar. Nadie se para en los puestos que los artesanos del barrio tienen instalados cerca del metro. Y en las tiendas, pocos paran a mirar los escaparates. Los viandantes arrecian el paso y las bolsas que llevan, en general, van llenas de comestibles y no de regalos. Por la tarde, las calles se llenan más, especialmente las de las zonas comerciales céntricas de la ciudad. Sin embargo, pocos cargan grandes paquetes. "Estamos mirando", contestaba la mayoría de quienes paseaban por el Portal de l'Àngel. Una de las tiendas más abarrotadas de la zona era un comercio dedicado a la ropa interior. "La gente quiere seguir haciendo muchos regalos, pero gastando menos. Por eso los calcetines y los pijamas tienen éxito", razona una de sus dependientas. Regalos prácticos. Ésa es otra de las claves de este año, según un estudio de Esade. "La crisis ha hecho que el consumidor cambie sus costumbres. Ahora son consumidores inteligentes. Están dispuestos a buscar más, a comparar precios y a realizar regalos menos frívolos", resume Gerard Costa, experto en mercadotecnia y responsable del informe. Además, dice, ahora más del 50% de los compradores hace un presupuesto antes de salir. Eso reduce las compras compulsivas. Costa calcula, basándose en datos de la consultora Deloitte, la Federación de Comercio y el resultado de decenas de entrevistas a empresas, que el gasto de los consumidores caerá este año cerca del 10%.

Uno de los datos más preocupantes del estudio de Esade es que 4.500 tiendas bajarán la persiana de forma definitiva tras la Navidad. En Comercia ven el dato exagerado. En Sants lo cierto es que varios bajos se han quedado vacíos en los últimos meses y otros buscan nuevos dueños.

No a todos les va mal. Cada año, comentan los expertos en mercadotecnia, hay un producto que se vende solo. Uno que no entiende de crisis. Este año, siguiendo la tendencia del pasado, son las cafeteras para cápsulas. "Aquí, antes de abrir, ya hay cola en la puerta. Y no para en todo el día", explica un empleado de la tienda que la cadena Nespresso tiene en el paseo de Gràcia. A su lado, cerca de un centenar de personas hace cola para pagar. Los siete dependientes del local no dan abasto. De crisis, allí, nadie habla.

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Sobre la firma

Cristina Delgado
Es subdirectora y se encarga de la edición digital de EL PAÍS. Antes fue redactora jefa de Economía, sección en la que se incorporó al periódico, en 2008. Licenciada en Periodismo y en Comunicación Audiovisual, ha realizado el máster UAM-ELPAIS y posgrados de información económica y gestión.

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