El azote de inmigrantes que quiere ser alcalde

Xavier García Albiol (Badalona, 1967), líder del PP en la ciudad, está en el punto de mira por distribuir panfletos racistas. Él se siente fuerte, a sólo dos concejales de arrebatar la alcaldía de la tercera ciudad de Cataluña al PSC, ya que sus posibilidades lo convierten en intocable en el PP catalán. Pero la línea dura que defiende sobre inmigración -muy cercana a la xenófoba Plataforma per Catalunya, que aspira a robarle votos- le ha granjeado no pocos problemas.

Albiol quiere ser alcalde a cualquier precio, y lo intenta desde 1991. Desde entonces, se ha dedicado con ahínco a recorrer los barrios degradados de la ciudad agitando el fantasma de la inmigración. Cuando la semana pasada dijo que los gitanos rumanos son "una plaga" y que "han venido exclusivamente a delinquir", seguramente pensó que había ganado votos en barrios como Llefià, La Salut o Sant Roc. Él vive lejos, en una zona acomodada de Barcelona, en el barrio de Les Corts.

El concejal agredió a un manifestante contrario al PP en 2006

Su última acción ha consistido en repartir panfletos en los que vincula a los rumanos de etnia gitana con la delincuencia, una acción que le ha valido las críticas de todos los partidos. Los ataques no parecen afectar a Albiol, cómodo en el ojo del huracán y acostumbrado a vivir en la polémica. En 2003 prometió restringir el padrón de inmigrantes irregulares. Cuatro años después, aprovechó el estallido de un conflicto en torno a pisos patera para denunciar a gitanos rumanos, usando incluso direcciones incorrectas. A partir de ese caso editó un vídeo en el que mezclaba inseguridad e inmigración, y redujo su distancia del PSC en las municipales. Los audiovisuales han sido una de sus armas favoritas. En otro vídeo, en 2009, comparó el barrio del Gorg con una zona bombardeada. Ese mismo año impulsó una campaña para impedir la construcción de una mezquita en Badalona.

La dureza que practica en política le llevó incluso a agredir a un manifestante contrario en un acto del PP en 2006. El resto de las formaciones exigieron al PP que tomara medidas contra Albiol. Invulnerable, no lo destituyeron, y tampoco parece que el PP lo vaya a expedientar ahora, cuando vuelve a estar en el foco de la polémica. Ahí está cómodo, y ahí seguirá, empeñado en lograr los dos concejales que le faltan para ser alcalde.