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El futuro del sector del automóvil

Los recortes salariales dan 10 años más de vida a Nissan en Barcelona

Japón asigna la nueva furgoneta a la planta de la Zona Franca - Los expertos advierten de que la política de ajuste llegará a otras empresas

Fumata blanca. La dirección japonesa de Nissan accedió finalmente ayer a que sean las plantas de la Zona Franca y Montcada i Reixac las que se encarguen de la fabricación del nuevo modelo de furgoneta de la firma para toda Europa. La decisión supone garantizar el trabajo para los empleados catalanes de Nissan hasta 2024, pero solo ha sido posible si estos aceptaban rebajar sus condiciones laborales. No serán los últimos, advierten varios expertos, que se vean ante este dilema: ser más competitivos o abandonar. El problema es que la competitividad se basa ahora en trabajar más horas por menos dinero.

El ministro de Industria, Miguel Sebastián, vio ayer en la decisión de la empresa japonesa una corroboración de que "el diálogo social funciona". La furgoneta, que empezará a producirse en 2014 y supondrá una inversión de 80 millones de euros.

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El consejero de Empresa y Empleo, Francesc Xavier Mena, elogió la responsabilidad de los sindicatos y señaló que Nissan es "el ejemplo" de "por dónde ha de ir el futuro de la economía para ser más competitiva". Sebastián dijo que la decisión de los empleados demuestra que "España es una industria competitiva" y un país "fiable para invertir". A cambio de la furgoneta, los operarios, que negociaban con la empresa desde diciembre, han aceptado congelarse el sueldo en 2012 y una subida del 0,5% para 2013 sea cual sea el IPC. A partir de abril de 2011, habrá 15 sábados laborables al año, 12 obligatorios y una bolsa de horas extras de 40 horas, 32 obligatorias.

La furgoneta, que en diciembre se había dado por perdida por las exigencias de la matriz, después de que los empleados se lo pensaran y decidieran apretarse el cinturón, volvió a ser una posibilidad. "Nissan aplaude el compromiso y apoyo del equipo directivo local, de los empleados, de los sindicatos SIGEN-USOC y MCA-UGT y de los Gobiernos. Asimismo, espera trabajar con todos para asegurar que la planta de Barcelona sea y se mantenga globalmente competitiva", explicó la empresa.

Los dos sindicatos a los que la empresa agradeció su colaboración se mostraron aliviados con la decisión de Japón. El secretario general de la USOC en Nissan, Pedro Ayllón, explicó que ha sido una "apuesta valiente" de los trabajadores y que espera que los más de 2.000 afectados por el expediente de regulación de empleo de 2008 sean readmitidos si se superan las 130.000 unidades fabricadas. Esta elevada producción permitiría volver a trabajar en tres turnos.

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CC OO y la CGT, sindicatos que se opusieron al recorte desde el principio y pidieron a los trabajadores que votaran en contra, calificaron la acción de la empresa de "chantaje". En 2010 se cerró un convenio colectivo que costó más de un año negociar, y aceptar recortes más allá de los pactados no les parecía justo.

El portavoz del PSC en el Parlament, Miquel Iceta, afirmó ayer que la furgoneta es resultado del buen hacer del ex presidente de la Generalitat José Montilla. La decisión de la central, dijo, es fruto del viaje de Montilla a Japón en 2009, que entonces "muchos dijeron que no había servido de nada"."Este tipo de situaciones no solo se están produciendo en España. También en Italia los fabricantes piden más flexibilidad. Las peticiones en Barcelona eran razonables teniendo en cuenta la situación económica", opina Pedro Nueno. El experto en automoción y profesor del IESE hace referencia al caso de Fiat, que la semana pasada revolucionó las relaciones laborales italianas. Los empleados de Turín trabajarán en turnos de hasta 10 horas, las pausas quedan reducidas y se limitan aspectos relacionados con las bajas y las huelgas. Los trabajadores aceptaron los cambios para que la empresa se comprometa a una gran inversión en la planta.

"Los sindicatos han jugado demasiado en Barcelona. Podían haber estropeado una buena oportunidad", dice Nueno. Cree que Nissan ha tenido paciencia porque Barcelona ofrece innumerables ventajas en comparación con otras opciones. Para empezar, la amplia industria de componentes que hay en Cataluña y cuestiones logísticas.

"La flexibilidad laboral es una medida imprescindible para que la industria en España sea competitiva respecto a otros países. No será la primera vez ni la última que se vivan situaciones similares", vaticina Javier Fontcuberta, socio de Cuatrecasas y profesor de ESADE. No solo en el sector del automóvil. "Pero la flexibilidad no debe ser el único cambio que se exija. Es necesario que España invierta en formación y, sobre todo, en infraestructuras eficientes para seguir aportando valor a las multinacionales", advierte. Estos dos puntos, sin embargo, son difíciles de conseguir ahora que hay una política de contención de gastos. Debería haberse pensado en esas inversiones cuando la economía iba mejor, apunta el profesor. Cree que no es tarde. Si en futuras ocasiones la industria catalana quiere competir en algo más que en precio, avisa, deberán acometerse gastos en infraestructuras y formación.

"En Seat ya se pidieron medidas de flexibilidad para lograr el Q3. Es necesario poder competir", recuerda Manel Hernández, socio del despacho Sagardoy. Más allá de la flexibilidad laboral, cree que las empresas, para seguir asentándose en España, valorarían aspectos como una menor rigidez del mercado de trabajo. "No solo se trata de dinero. El problema es que hay una negociación colectiva muy fragmentada, demasiados tipos de contrato...", repasa. "Debería impulsarse la I+D y atraer ingenieros con talento de fuera", añade Mar García, socia responsable del sector del automóvil en la consultora PWC.

La planta de Sudáfrica y una de Marruecos eran, según la dirección española de Nissan, la competencia directa de Barcelona. En la elección de Barcelona puede haber pesado el hecho de que 2010 fuera un año de huelgas en el sector del automóvil en Sudáfrica, país que fabricará la nueva furgoneta para el mercado africano. El sindicato NUMSA, el más numeroso del metal en el país, demandó un 20% de aumento medio de salario para la industria automovilística pese a la recesión económica del país. Con el diálogo roto, el sector quedó parado por una huelga que duró ocho días en agosto y que culminó con un aumento de salario medio en el sector del 10% para 2010 y del 9% para 2011 y 2102. Los productores, entre ellos Nissan, dejaron de ensamblar con el parón 17.000 unidades, informa Lali Cambra desde Ciudad del Cabo.

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