El San Pío V tendrá un nuevo acceso por Viveros

Tras varios años de espera, y si el Ayuntamiento de Valencia otorga la pertinente licencia de obras, en 2011 arrancará finalmente la quinta fase de ampliación del Museo de Bellas Artes San Pío V de Valencia. El Ministerio de Cultura ha presentado esta mañana en la sede de la Delegación del Gobierno las obras que se ejecutarán en los próximos años, con un coste total de 18,7 millones de euros, para ampliar a sus dimensiones definitivas la pinacoteca de Valencia. Está previsto que entre este año y el próximo se construyan dos de las cuatro partes previstas en la quinta fase, lo que supone la construcción de los modernos almacenes que permitirán preservar las pinturas para acometer otras obras, y la construcción de un nuevo acceso desde los jardines de Viveros, dos obras que supondrán un coste de 4,5 millones de euros.

"Estos 4,5 millones de euros no se los quita ya nadie al San Pío V para la ejecución de estas dos obras", ha asegurado María Dolores Izquierdo, secretaria de Infraestructuras del Ministerio de Cultura, que ha recordado que si bien en el proyecto de presupuestos de 2011 para la institución solo figuraban 140.000 euros para el museo, una enmienda del Grupo Socialista en el Congreso amplió la cantidad hasta 2,7 millones de euros y ahora se han vuelto aumentar para llevar a buen puerto las dos obras previstas.

El arquitecto Álvaro Gómez Ferrer ha explicado las cuatro partes que integran la quinta fase de ampliación. Y de momento se acometen las dos que no necesitan un cambio en el planeamiento urbanístico de la ciudad de Valencia. Así, la más espectacular de las intervenciones será la construcción de un nuevo acceso desde los jardines de Viveros que contempla una entrada bajo el nivel del suelo a través de un patio inglés, una nueva zona de acogida que dará paso con un área didáctica, la tienda y la sala de arqueología. Igualmente se habilitará un pequeño bloque que hará de bisagra entre el nuevo bloque del museo y el antiguo convento, sede de la Academia de San Carlos y que contará con escaleras y ascensores.

La otra gran obra, no tan espectacular pero quizá tan necesaria, será la construcción de un nuevo almacén de pintura en sótano al norte de la parcela. Una especie de "búnker", en palabras de Gómez Ferrer, con doble muro de hormigón para contener humedades y una dotación de peines de almacenamiento de pinturas suficiente para acoger los fondos que ahora abarrotan el museo. Igualmente, se compartimentará y habilitará el sótano existente construido en la cuarta fase y que se conectará con el nuevo acceso para que acceda el personal.

Faltarán, por tanto, otras dos nuevas intervenciones. La rehabilitación del edificio claustral, en un estado de deterioro cada vez más patente, y que incluye la construcción de una biblioteca en el edificio denominado Coloseo, y la urbanización del entorno.

Ahora solo falta que el Ayuntamiento otorgue la licencia de obra, puesto que esta misma mañana, la directora de Patrimonio de la Consejería de Cultura, Paz Olmos, ha explicado que el informe favorable de su departamento ya está aprobado con fecha del pasado 21 de marzo.