Alonso, un martillo en Cheste

Día de presentaciones en el circuito de Cheste (Valencia). Tres en menos de una hora. La escudería más madrugadora ha sido Red Bull, campeona del mundo de pilotos, con Sebastian Vettel, y de constructores. A las nueve menos veinte de la mañana, el piloto alemán y su compañero, el australiano Mark Webber, han destapado el RB7, el monoplaza con el que Adrian Newey, el diseñador más respetado de la fórmula 1, pretende retener el número uno que ya luce en el morro del coche y en el pantalón de Vettel. Una torrencial lluvia de flashes que ha durado cinco minutos y que pase el siguiente, Toro Rosso, unos cuantos garajes más allá. Alguersuari y Buemi han presentado el STR6 y se han fotografiado junto a él, y a las nueve y veinte le ha tocado el turno a Mercedes y a su nuevo W02, que, por segunda temporada consecutiva, pilotarán Michael Schumacher y Nico Rosberg. El heptacampeón no viene de su mejor curso (terminó el noveno), pero estos resultados tan pobres no han hecho que pierda ni un pelo de tirón, ni para los aficionados ni para las marcas: durante la sesión se ha cambiado la gorra seis veces.

Con el tiempo justo para tomar un café y ponerse el casco, todos ellos se han metido en sus flamantes monoplazas y han salido a la pista. Allí, Vettel se ha encontrado con Fernando Alonso, que llegó ayer por la tarde al trazado. El asturiano ha rodado hoy con el F150 y también lo hará mañana, mientras que el jueves le dará el relevo a su vecino de taller, Felipe Massa. El más rápido ha sido Sebastian Vettel, mientras que el bicampeón del mundo español, el que más vueltas ha dado (97), ha terminado con el quinto mejor registro, siete décimas por detrás del campeón alemán. Alonso ha sido un martillo, una vuelta tras otra.

"Nos hemos dedicado a hacer kilómetros, a dar muchas vueltas para, de esta forma, tratar de evitar los problemas mecánicos. Además, hemos tenido que comenzar a adaptarnos a los nuevos botones del volante", ha destacado Alonso nada más bajarse del coche. "¿Se puede sacar alguna conclusión de este entrenamiento?", le han preguntado al español. "Me haréis esta pregunta todos los días hasta que lleguemos a Bahrein (13 de marzo), y no la voy a poder responder ninguna vez. El año pasado, en Barcelona, en las últimas pruebas, terminamos los séptimos, una décima por detrás de los Sauber y los Force India. Luego llegó la primera carrera, ganamos y les doblamos", ha argumentado el corredor de la Scuderia.