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Reportaje:SUDÁFRICA 2010 | Semifinales: Alemania-España

España es Alemania

El técnico y los futbolistas españoles han ganado más títulos en su carrera que los germanos - El equipo de Del Bosque ha competido con la fiabilidad alemana; la selección de Löw ha jugado con el atractivo español

José Sámano
Los jugadores españoles, observados por Vicente del Bosque, durante uno de los ejercicios del entrenamiento de ayer en Durban.
Los jugadores españoles, observados por Vicente del Bosque, durante uno de los ejercicios del entrenamiento de ayer en Durban.ALEJANDRO RUESGA

España juega hoy el partido más ensoñador de su historia. Por ahora, porque puede que el domingo tenga el paraíso a sus pies. La selección roja discutirá el paso a su primera final desde una posición desconocida, con argumentos para discutir el papel de favorito a Alemania, la Mannschaft, un ejército de éxitos, una selección demonizada por tantos adversarios rendidos. Motivos han tenido: Alemania ha jugado los mismos partidos (97) y las mismas finales (siete) que Brasil con dos participaciones menos.

Frente al poderío alemán emerge hoy una España ganadora y cosmética, espejo incluso de su rival, como ha reconocido el propio Joachim Löw, el técnico alemán que ha rescatado a su país del monocultivo de las últimas décadas, aquel fútbol de hormigón. Hay una mutación genética, el universo ya no está en el ombligo de la Bundesliga: Alemania quiere parecerse a España.

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El seductor estilo español no es la única causa. Löw admira de la selección de Vicente del Bosque el medio y el fin, un cautivador ideario como hilo conductor hacia la victoria, hacia los muchos logros del grupo español. No le falta razón al entrenador alemán. En la historia de sus colegas españoles no encontrará uno con más Copas de Europa que Del Bosque; 15 de los jugadores españoles en este Mundial han ganado hace dos años la Eurocopa y nueve han conquistado alguna vez la Liga de Campeones. Nadie lo ha logrado entre los 23 alemanes, seis de los cuales fueron titulares en la derrota de Viena 2008, aunque Del Bosque sostiene que la Alemania actual "es mejor" mientras que en Sudáfrica su selección ha sido "más irregular". En contra de la historia, hoy, el equipo de ganadores es el español.

Alemania está en plena transición, a punto de un giro copernicano, pero en este país los plazos son otros. Nada que ver con esa España que ha tardado casi 80 años en enamorarse de la pelota sin tanta furia. En su revolución, iniciada con Jürgen Klinsmann en 2006, Alemania ha sido hasta la fecha la mejor selección del Mundial, la más goleadora (13 tantos), la que mejor ha jugado y la que ha superado los peores trances (Inglaterra, Argentina). La nueva generación tiene presente: Khedira es el tercer futbolista que más kilómetros ha recorrido (56,90 por los 52,90 de Xavi, el maratoniano español); Müller, ausente en la semifinal por sanción, es el segundo mejor goleador junto a Klose (cuatro); Özil acierta en un 72% de los pases, y Neuer es el que más paradas ha hecho entre los porteros supervivientes (18 por 10 de Casillas).

Contra la emergente Alemania, la mejor España. No ha existido otra selección española más reconocible, versátil y competitiva que esta, ahora con la tutoría de Del Bosque. Curioso: en España hay clubes que rastrean lo que con tantas pompas se etiqueta como un técnico ganador. En la hoja de servicios del seleccionador español están grapadas dos Copas de Europa (solo igualado por Miguel Muñoz y José Villalonga), dos Ligas, una Supercopa de España, otra de Europa y una Intercontinental. Todo en cuatro temporadas, porque fue despedido por falta de cientifismo, dijo entonces su verdugo. En el fútbol no todo está en un pentium y Del Bosque ha manejado bien al grupo. En cinco partidos, salvo Reina, Valdés y Albiol -lesionado- todos han tenido minutos. Algunos suplentes han tenido más titulares que quienes ocuparon su puesto inicial. Cesc fue uno de ellos, pero está bajo supervisión médica por un fuerte golpe en el peroné derecho.

Renqueante el catalán, es previsible que Del Bosque sostenga a Torres y repita el once. Si Löw no electrocuta a su equipo y este mantiene su jovialidad, España tendrá la oportunidad de articular el juego como hasta ahora no ha podido. La selección ha competido mejor de lo que ha jugado porque en el cesto hay más de un guión. Uno, capital, su dique defensivo. Si Casillas contiene a los alemanes durante una hora, España habrá batido su récord de imbatibilidad en este campeonato, fijado en 282 minutos por Eizaguirre y Ramallets en 1950. Desde entonces, España y Alemania están mucho más cerca una de otra. "Representamos bien el camino que ha tomado el fútbol en Europa", puntualizó Del Bosque. Y una ilusión: "No nos gustaría quedar como los artífices de haber llegado a una semifinal ni como los culpables de no haber llegado a una final".

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Sobre la firma

José Sámano
Licenciado en Periodismo, se incorporó a EL PAÍS en 1990, diario en el que ha trabajado durante 25 años en la sección de Deportes, de la que fue Redactor Jefe entre 2006-2014 y 2018-2022. Ha cubierto seis Eurocopas, cuatro Mundiales y dos Juegos Olímpicos.

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