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Vettel gana una carrera alucinante

El alemán logra su quinta victoria del año, por delante un Alonso pletórico y de un Button frenado por el coche de seguridad

Montecarlo volvió a dictar su ley. En una carrera alucinante, el alemán Sebastian Vettel se adjudicó la quinta victoria del campeonato, tras mantener una defensa a ultranza de su primera posición durante más de 10 vueltas, ante el acoso a que le sometieron el español Fernando Alonso y el británico Jenson Button. En Mónaco el alerón trasero tuvo poca incidencia y, en cambio, la estrategia con los neumáticos resultó crucial. Vettel, con una sola entrada en el taller, fue salvado por la campana cuando un accidente de Alguersuari y Hamilton obligó a la entrada del coche de seguridad a 10 vueltas para el final. Sus neumáticos apenas le concedían prestaciones, pero él aguantó en la mejor carrera de los últimos años en Mónaco. Y obtuvo su 15º victoria. Su ventaja en el Mundial aumenta: le lleva 58 puntos a Hamilton -que podría ser sancionado- y 74 a Alonso.

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Otra vez, igual que en Turquía, Alonso realizó una gran salida que le permitió adelantar por la izquierda a Webber y colocarse en tercera posición, por detrás de Vettel y de Button, que se mostraban intocables. Hamilton apenas contó, porque fue sancionado con la pérdida de su mejor tiempo en la Q3 por haberse saltado una chicane y partió relegado al noveno lugar. El primer cambio de neumáticos puso en evidencia la importancia de la estrategia. Mientras que Jenson Button, entonces segundo, fue el primero en entrar (15ª vuelta) y calzó neumáticos súper blandos, Red Bull se lió con el compromiso de cambiar gomas a sus dos pilotos en la misma vuelta (16ª). La situación de carrera cambió, porque Vettel perdió el liderato, que quedó en manos de Button. Por detrás, Alonso entró en el taller una vuelta más tarde, intentando aprovechar el desconcierto de Red Bull. Pero su situación no mejoró, siguió tercero, muy por delante de Webber, que quedó perdido en la novena posición.

La cuestión en aquel tramo de la carrera era comprobar si los neumáticos súper blandos podían conceder a Button la ventaja necesaria para no perder el liderato, pese al teórico corto recorrido que le iban a dar. Los demás habían colocado blandos (la opción más dura en Mónaco). Sus gomas le estaban dando un segundo por vuelta, lo que le llevó a una ventaja de 14 segundos, en la 30ª vuelta, justo tres antes de volver al taller para colocar de nuevo súper blandos.

Sin embargo, un accidente de Massa en la 34ª vuelta trastocó la carrera. Un arriesgado adelantamiento de Hamilton sobre Massa acabó con un toque entre los dos coches y el posterior accidente del brasileño en el interior del túnel, donde el británico concluyó su adelantamiento. Aquello provocó la entrada del coche de seguridad y el paso rápido por el taller de Alonso, que aprovechó para colocar los más duros (blandos). Vettel optó por no cambiar y coger el liderato, una decisión muy arriesgada, porque llevaba ya 19 vueltas con sus neumáticos (blandos). Hamilton marcó la carrera, pero lo perdió todo al ser sancionado con un paso obligatorio por el pit-lane.

La carrera había entrado ya en su fase decisiva. Estaba claro que la lucha por la victoria y el podio la iban a dirimir Vettel, Button y Alonso. Y también que la estrategia acabaría dictando su ley. Fue entonces cuando Button decidió pasar por el taller (vuelta 48) para colocar los neumáticos duros y afrontar así el final de carrera. Parecía un error de McLaren, pero en cuanto sus gomas cogieron calor, comenzó a circular casi un segundo más rápido que todos los demás y a restar tiempo de los 18 segundos que le llevaba Alonso y de los 23 de Vettel. Parecía evidente que estos dos pilotos necesitarían pasar de nuevo por el taller.

En 12 vueltas, Button había alcanzado a Alonso y a Vettel. Los tres circulaban juntos en menos de un segundo. Y todo el mundo estaba pendiente de estos tres vehículos y de sus estrategias. Sin embargo, Hamilton volvió a cruzarse en la carrera, cuando tuvo que frenar para evitar un toque con Di Resta, que se había salido, y Jaime Alguersuari no pudo evitar empotrarse al McLaren por detrás. El choque fue serio porque arrastró también a Petrov -retirado en ambulancia, y con posibles problemas en las piernas-. "Hamilton se ha parado en medio de la pista y no pude evitarlo, no había espacio", comentó Alguersuari. Entró el safety car y al cabo de dos vueltas, cuando transcurría la 72ª, los comisarios decidieron mostrar la bandera roja. La carrera se paró. Y en la reanudación nada cambió en la cabeza. Vettel obtuvo el premio de haber aguantado el acoso de Alonso y de Button durante más de 10 vueltas. El asturiano logró un meritorio segundo puesto. Y el británico fue, seguramente, el más perjudicado porque era el que mejor ritmo estaba llevando.

El alemán logra su quinta victoria del año, por delante un Alonso pletórico y de un Button frenado por el coche de seguridad. <strong>Especial: <a href="http://www.elpais.com/deportes/formula1/">Mundial de Fórmula 1</a></strong>
Vettel 'riega' a los periodistas mientras celebra su victoria.
Vettel 'riega' a los periodistas mientras celebra su victoria.LUCA BRUNO (AP)

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