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Reportaje:

El dopaje de los coquetos

El finasteride, usado por alopécicos como Romario, no siempre será positivo en 2008

Carlos Arribas

Romario sólo podría doparse para estar más guapo, más atractivo o más activo sexualmente, si fuera posible, nunca para correr más, dicen los que conocen al futbolista brasileño, de 41 años. También lo podría decir él mismo, y la mayoría de los aficionados no tendría ningún problema en creerlo. Es más increíble, en efecto, la proposición de la Federación Brasileña de Fútbol, dispuesta a sancionarlo porque en su orina han encontrado rastros de una sustancia que sirve para frenar la caída del cabello. Es un positivo tan cogido por los pelos que incluso en la lista de sustancias prohibidas de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) para 2008, el finasteride, la sustancia en cuestión, figura con un asterisco: no siempre será considerado positivo.

Los laboratorios deberán demostrar su uso en conjunción con algún anabolizante
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Hace pocos años, mediando 2004, un grupo de celosos directores de laboratorio antidopaje trasteando entre probetas llegaron a la conclusión de que el finasteride, principio que se encuentra en las pastillas del crecepelo más vendido, el Propecia, y también en un medicamento contra los problemas de próstata, podía servir también para enmascarar, para esconder, el rastro de la nandrolona en orina. El finasteride, se quejaban, nos causa un montón de problemas, nos complica el trabajo. No sólo tiene intensos efectos en numerosos parámetros cruciales para la identificación de la nandrolona, sino que bloquea la excreción de su principal metabolito en un 84%. En caso de duda, zanjaron, la prohibimos. Y de la noche a la mañana, sin aviso previo, incluyó el finasteride en la lista de sustancias prohibidas.

Al poco tiempo, un goteo de extraños positivos. Un campeón de skeleton estadounidense, Zach Lund, y otro de Canadá, Giulio Zardo, fueron los primeros alopécicos suspendidos. Fueron las cobayas. Gracias a su experiencia, los deportistas de todo el mundo empezaron a revisar su neceser y a tirar por el retrete las pastillas de Propecia que usaban incautos hasta entonces.

Un deportista español de gran nivel y escaso pelo confesaba el susto que había pasado, y la extrañeza y el alivio, de no haber sido declarado positivo, pues había estado tomando Propecia varios meses sin saber que estaba prohibido. El aviso, sin embargo, no llegó a algunos rincones o deportes exóticos. Positivo por finasteride en su orina fueron castigados un golfista italiano, Alessandro Pissilli, un futbolista australiano, Stan Lazaridis, un tenista argentino, Mariano Hood, y hasta un jugador de béisbol estadounidense que jugaba en Japón, Rick Guttormson. Hasta que en junio de 2006, un caso sacó a la luz lo absurdo de la prohibición. Un atleta francés, Nordine Gezzar, dio positivo por finasteride y por nandrolona, lo que demostraba que los jefes de los laboratorios estaban equivocados en algo muy importante: no se sabe si el finasteride frena la caída del pelo, pero sí que no enmascara completamente el uso de nandrolona.

"Es lo que llevo dos años diciendo", explica Jordi Segura, director del laboratorio antidopaje de Barcelona. "Tanto si se toma para enmascarar como si no, el finasteride, en efecto, modifica el perfil esteroideo de la orina e impide la excreción de la mayor parte de su metabolito, pero con los aparatos tan precisos que tenemos ahora, siempre algún rastro, aunque pequeñísimo, encontramos. Es una sustancia que nos hace perder mucho tiempo y no es tan importante. La lista debería ser mucho más reducida, porque prohibiendo tanta cosa damos la impresión de que hay más dopaje del que hay y dejamos pasar sin detectar algunas sustancias gordas".

La AMA ha entrado parcialmente en razones y aunque no ha borrado del todo el finasteride de su lista de sustancias prohibidas, sí aclara ahora que en caso de que se detecte en la orina de algún deportista a partir del 1 de enero de 2008, el laboratorio deberá proceder a un detallado estudio de su perfil esteroideo para determinar si se ha tomado en conjunción con algún anabolizante. Y sólo entonces podrá declararse el positivo.

Romario, tan longevo en su capacidad goleadora, ha resultado precoz en su lucha contra la alopecia. Un mes más y el laboratorio se habría visto obligado a proceder a análisis más detallados. Sus abogados podrían exigir tales pruebas en el contraanálisis. Eso, si se llevara a cabo, pues el propio Romario ha renunciado. "¿De qué valdría?", dijo; "He tomado el Propecia, así que saldrá positivo de nuevo".

Romario, durante la rueda de prensa en la que anunció su positivo.
Romario, durante la rueda de prensa en la que anunció su positivo.EFE

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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