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Reportaje:Fútbol internacional

Otro niño español para Wenger

El Arsenal se asegura el pase de Ignasi, central de 15 años descartado por el Barça

Grandes clubes británicos y españoles se han enzarzado en los últimos días en una batalla para fichar a un desconocido canterano. El deseado futbolista es el barcelonés Ignasi Miquel Pons, un poderoso defensa de 193 centímetros y 15 años, cadete de la Unión Deportiva Cornellà. La disputa, entre varios equipos de Primera españoles, Manchester United, Arsenal y Celtic Glasgow, es una buena demostración de las armas de seducción utilizadas por los ojeadores europeos en su lucha sigilosa para cazar talentos. Al final, ha ganado el efecto Cesc.

Ignasi ha decidido seguir el ejemplo de Fàbregas y cambiar en la próxima temporada los campos de la Vía Férrea en Cornellà del Llobregat, en el área metropolitana de Barcelona, por la aristocracia londinense del Arsenal.

El jugador no pasó la criba en la cantera azulgrana por "deficiencias técnicas"
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La carrera de los clubes europeos por Ignasi se aceleró después del debut del joven central zurdo con la selección española sub 16 en el Torneo Internacional de Santarém (Portugal), en febrero. Decenas de ojeadores vieron cómo España, cerrada por el poderío defensivo de Ignasi, batió a Escocia, Noruega y Portugal.

De vuelta a Cornellà, el 8 de febrero, Ignasi se encontró con varias propuestas para contratarle, la más seductora en cuatro faxes firmados por Geoff Watson, jefe de reclutamiento del Manchester United. El movimiento del United fue contraatacado de inmediato por el Arsenal, que había contactado con Ignasi un mes antes, tras su gran actuación con la selección catalana en el Campeonato de España Cadete sub 16, en Logroño. El gallego Francis Cagigao, jefe para Europa de reclutamiento del Arsenal, la misma persona que descubrió a los gunners a Fàbregas, se presentó en Barcelona y extendió una alfombra roja hacia el club inglés.

El lunes pasado, Ignasi embarcó en un vuelo, sentado en una butaca en la primera clase, para pasar tres días de cortejo en la capital británica. De la mano de Cagigao, conoció las viviendas de los canteranos, las instalaciones deportivas y el Emirates Stadium. Y lo más seductor, respiró el ambiente deportivo de los gunners, donde los canteranos tienen oportunidades reales de ascender. Escoltado por Almunia y Cesc, comprobó que la mayoría de los jugadores del primer equipo, líder de la Premier, han ascendido de los equipos inferiores. Para completar los honores, tuvo una charla amable con el entrenador, Arsène Wenger. El jueves pasado regresó a Barcelona "con los ojos brillando y entusiasmado con el Arsenal".

La UD Cornellà autorizó las negociaciones y su director deportivo, Andrés Manzano, reconoce que "los ingleses han apostado más fuerte que los españoles". "La venta nos ayudará a financiar la cantera de 700 jugadores y a seguir como el mejor club no profesional de Cataluña", según explica.

El acuerdo entre los clubes y el jugador es total y sólo frena la firma la ley británica, que impide que un club fiche a un menor de 16 años. El Arsenal tiene que esperar hasta el 28 de octubre, el día del cumpleaños de Ignasi, para firmar el pasaporte a un sueño. La historia tiene un antecedente en la figura de Fran Mérida, que pidió la baja en el Barcelona y se entrenó sin ficha en un equipo de Vitoria hasta que tuvo edad para volar a Londres.

Ignasi jugó cuatro años -infantil y alevín- en el Barça, pero no pasó la criba por "deficiencias técnicas". En el fútbol base del Barcelona se compara su caso con el de muchos niños que maduran fuera del Camp Nou "y vuelven a casa". Pero Ignasi prefiere seguir los pasos de Cesc que suceder a Puyol.

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