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Reportaje:

La 'vendetta' de Totti

El punta del Roma pateó de forma premeditada al interista Balotelli

Eleonora Giovio

Hace tres semanas, Francesco Totti se marchó del estadio Olímpico con los pulgares hacia abajo. El Roma había derrotado al Lazio (2-1) y su capitán, con ese gesto, auguró a los hinchas rivales bajar a Segunda. Se quedó sin sanción deportiva, pero con 20.000 euros menos en el bolsillo. El miércoles, en la final de la Copa contra el Inter (0-1 para el conjunto de José Mourinho), fue expulsado por patear a Mario Balotelli. "Le di esa patada porque es un provocador nato, me insultó dos veces, y también por lo que hizo en San Siro", confesó Totti. Hace un año, Balotelli marcó de penalti el gol del empate (3-3) y lo celebró debajo del fondo de los ultras del Roma sacándoles la lengua.

"Le di una patada por provocador, porque me insultó y por lo que hizo en San Siro"
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Balotelli sacó la lengua, Totti tiró de pulgares y ahora intenta justificar su actuación criticando a un rival por ser igual de provocador que él. "Estaba nervioso. Es una reacción automática de alguien que está sufriendo demasiado el partido y ve que las cosas van mal. Es entendible", le defiende Dino Zoff, seleccionador de Totti en la Eurocopa de 2000. Al mediapunta italiano, de 33 años, siempre se le ha criticado por perder los nervios en los momentos clave. Su cara amable en una serie de anuncios de una compañía de móviles y la ironía con la que recogió en un libro todos los chistes sobre él chocan con algunos episodios que ha ido protagonizando en los últimos años.

El miércoles, en la Copa, entró en la segunda parte y a los cinco minutos ya se estaba quejando al árbitro. "Siempre igual", le dijo desafiante. En el minuto 80 fue a por Diego Milito y le empujó con los codos. Un minuto después derribó a Motta y, una vez en el suelo, le dio con la punta de la bota en la cabeza. De esa falta salió el pase que lanzó a Balotelli hacia la portería. No llegó porque Totti le tumbó con una patada por detrás. Una vez en el suelo, también le dio con la bota en la cabeza. Tarjeta roja.

Es la 13ª expulsión del capitán del Roma, tres de ellas contra el Inter. La última fue en enero de 2007, contra el Livorno. Una vez expulsado, empujó al delegado rival, que se había atrevido a salir del banquillo. En 2005 le cayeron cinco jornadas por dar una patada y una bofetada a Colonnese, del Siena. Con la selección le cayeron otros tres. Fue en la Eurocopa de Portugal 2004. Las cámaras danesas le pillaron escupiendo a Poulsen (el árbitro no se había dado cuenta). En esa ocasión también hubo quien le defendió. Y lo sigue haciendo. "Llevaba todo el partido recibiendo golpes y patadas", asegura Gigi Riva, ex internacional y desde hace años mánager de la azzurra. "Francesco es así. Cuando hay demasiada tensión, él va a mil y hace lo que no debería. Cometió una estupidez y estoy seguro de que se dio cuenta al minuto", añade. Sí se dio cuenta y entró al vestuario del Inter para disculparse. Pero ayer, en un comunicado, atacó de nuevo a Balotelli: "En el campo no siempre se consigue ignorar los insultos de los rivales, máxime cuando vienen de uno que hace de la provocación su tarjeta de visita".

Marcello Lippi dudaba si incluir a Totti en la lista del Mundial. El miércoles estaba en el Olímpico y ayer, preguntado por este periódico sobre la patada, fue muy claro: "Lo siento, pero sólo me preocupan los asuntos de la selección".

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Sobre la firma

Eleonora Giovio
Es redactora de deportes, especializada en polideportivo, temas sociales y de abusos. Ha cubierto, entre otras cosas, dos Juegos Olímpicos. Ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS; ha sido colaboradora de Onda Cero y TVE. Es licenciada en Ciencias Internacionales y Diplomáticas por la Universidad de Bolonia y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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