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La crisis del euro

Fitch rebaja a Banco de Valencia y advierte a la matriz de Bankia

La sociedad hunde a la entidad en el nivel de 'bono basura' porque el recrudecimiento de la crisis complica que pueda captar capital

La agencia Fitch ha rebajado hoy dos escalones el grado de viabilidad del Banco de Valencia, con lo que hunde la nota de solvencia de la entidad en el nivel de bono basura por las "preocupaciones" sobre sus necesidades de capital. Al mismo tiempo, ha puesto en revisión con vistas a un posible recorte la nota de solvencia del Banco Financiero y de Ahorros (BFA), su primer accionista.

En un comunicado, Fitch justifica el descenso en el rating de BB- a B en que la capacidad del banco de seguir adelante sin apoyos ha empeorado por el deterioro del entorno económico y del negocio. Además, advierte de que ha tenido en cuenta la "escasa" rentabilidad del banco y su ratio de capital "relativamente bajo". Por estos motivos, añade, teme que pueda verse "muy afectado" ante los requerimientos del supervisor y no descarta que, si estas necesidades sean muy altas, podría considerarlo como quebrado.

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Sin embargo, la agencia, una de las tres que domina el sector de la medición de riesgos, no varía la calificación de la deuda a largo plazo de Banco de Valencia, hundida ya dentro de la categoría del "bono basura" con una BB-. Este nivel supone que es una inversión solo apta para especuladores sin miedo al riesgo.

En cuanto a BFA, dada la condición de principal accionista de la matriz de Bankia con una participación del 27,3% -que asciende al 38% si se tiene en cuenta también a sus socios en la entidad valenciana, Fitch amenaza con degradar su calificación, aunque de momento la mantiene invariable. A renglón seguido, la agencia reconoce que "probablemente" las necesidades de capital adicional del Banco de Valencia no tendrán impacto en las calificaciones de BFA, si bien los ingresos por su participación podrían verse perjudicados.

Ello, unido a la continua tendencia negativa de la economía en España puede ejercer presión sobre el grado de viabilidad del Banco de Valencia y por ello lo ha puesto en revisión negativa.

El mercado y la propia dirección de Banco de Valencia están a la espera de que el Banco de España cuantifique en los próximos días sus necesidades de capital para realizar saneamientos. Según fuentes financieras, está alrededor de 800 millones de euros.

Dependiendo del tamaño del agujero, el BFA podrá o no acudir a la ampliación. Si la inyección está cercana a los 800 millones, como el BFA tiene un 38% de derechos de voto, debería aportar alrededor de 300 millones. Es un esfuerzo importante para la entidad presidida por Rodrigo Rato. De hecho, tiene la obligación de incrementar su capital en 1.140 millones para junio de 2011 por mandato de la Autoridad Bancaria Europea (EBA).

Si el déficit del Banco de Valencia fuera mayor, es posible que BFA no tenga capacidad de acudir a la ampliación. El Banco de España prefiere que el BFA participe en la recapitalización porque considera que el Banco de Valencia es de su responsabilidad, pero no puede forzar mucho a la entidad porque podría tener dificultades futuras para cumplir con las exigencias europeas de capital. Y, como recuerdan machaconamente los expertos del mercado, el grupo BFA-Bankia es una entidad sistémica para el mercado español.

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