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La reestructuración financiera

Goldman y Fitch ven margen para recapitalizar a la banca

Las entidades afirman que si las necesidades de financiación no se disparan, no afectará al déficit.- En caso contrario, la agencia revisará la nota de España

El banco de inversión Goldman Sachs y la agencia de calificación de riesgos Fitch calculan que el Gobierno tiene cierto margen para inyectar fondos a las cajas sin poner en riesgo sus objetivos de consolidación fiscal. Además, según sostiene Fitch, si elabora un plan creíble y siempre y cuando no rebase las previsiones, incluso podría beneficiar a la nota de solvencia de España. No obstante, en caso contrario, amenaza con revisar la calificación crediticia del Estado, actualmente en AA+ con perspectiva estable, lo que equivale a un sobresaliente. En cualquier caso, ambas entidades consideran que el riesgo de que el país afronte problemas de insolvencia es una remota posibilidad y un temor "exagerado".

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Según las estimaciones de los analistas recogidas por Reuters, el coste de recapitalización de las cajas para alcanzar los mínimos que se exigirán en las próximas pruebas de solvencia, lo que equivale a afirmar que están preparadas para hacer frente a un mayor deterioro económico, oscilan entre los 17.000 millones a los 120.000 millones para los más agoreros. La cifra de consenso, añade la agencia, es de unos 50.000 millones, aunque la vicepresidenta y ministra de Economía, Elena Salgado, calcula que será inferior. De momento, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) ha inyectado en las cajas 10.500 millones, lo que se suma a los 3.100 millones del Fondo de Garantía de Depósitos. Por otra parte, las entidades que han recibido ayudas públicas han realizado saneamientos y provisiones para cubrir pérdidas esperadas por importe de 26.000 millones.

El responsable de rátings soberanos de Fitch, David Riley, ha explicado que "si el coste fiscal de recapitalizar y reestructurar el sector bancario fuera significativamente mayor de los entre 20.000 y 30.000 millones de euros asumidos en nuestro rating, provocaría una revisión de las cuentas gubernamentales que podría tener implicaciones negativas para la nota de España incluso a pesar de que pudiera resultar positivo en términos de eliminar la actual incertidumbre y especulaciones sobre esta cuestión". Por este motivo, ha reclamado un "plan creíble" para superar la restricción a los mercados de financiación que sufren "la mayor parte de los bancos pequeños y cajas". Hasta entonces, seguirán dependiendo del Banco Central Europeo (BCE). Fitch calculaba en julio que el coste de reforzar a las cajas en torno a 23.000 millones de euros, aunque hoy Riley ha admitido que esta cifra se ha quedado corta.

Otros de los factores que podrían resultar suficientes para provocar un recorte en la calificación soberana de España serían una evolución de la economía inferior a lo previsto o un incumplimiento de los objetivos de consolidación fiscal, ha explicado el analista en el transcurso de una presentación en Londres.

Informe de Goldman Sachs

Goldman Sachs, por su parte, afirma en un informe que España, que "ha puesto en marcha un catálogo de reformas políticas a lo largo de los últimos seis meses", no supone riesgo de insolvencia aunque se cumplan las previsiones más pesimistas sobre su crecimiento. Además, considera de que en caso de que los problemas que harán caer a Portugal, algo que da por seguro, se prorroguen en el tiempo y amenacen a España, Bruselas actuará y tomará medidas para atajar las posibles restricciones de liquidez, lo que evitará que tenga que pedir también el auxilio de sus socios del euro.

El informe considera que el principal problema del país, que "debe continuar adelante con las reformas estrcuturales para potenciar la recuperación", no es tanto la deuda pública del Estado, "sino la alta deuda del sector privado y el reto" de la reestructuración bancaria, un sector que se ha convertido en la diana de las sospechas por la situación de las cajas, que afrontan el riesgo de ser nacionalizadas si no son capaces de recapitalizarse, según la propuesta que maneja el Banco de España y que ha publicado hoy EL PAÍS.

Asimismo, "aunque el aumento en la morosidad de los bancos y cajas aumente de ritmo hasta superar las provisiones que las entidades han realizado hasta la fecha, no pondrá la solvencia del Estado en peligro", añade. Sobre este punto, recuerda que según sus cálculos el sector afronta unas pérdidas de hasta 15.000 millones una vez descontadas sus provisiones pero que el Gobierno tiene margen para inyectar 80.000 millones en el sector sin forzar -demasiado- sus compromisos de déficit.

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