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La Reserva Federal baja los tipos al 3% para evitar la recesión

El crecimiento económico se frenó en Estados Unidos en la recta final de 2007

La Reserva Federal respondió ayer al clamor de Wall Street al bajar medio punto los tipos de interés, al 3%. La rebaja sigue al recorte de urgencia de 0,75 puntos de la semana pasada y completa así uno de los movimientos más agresivos de la política monetaria de Estados Unidos en la historia reciente. La acción revela que el banco central está dispuesto a utilizar todos los instrumentos a su alcance para salir al rescate de la economía e intentar evitar una recesión contra la que lucha también desde la Casa Blanca George Bush con sus medidas fiscales. Pese a todo, Wall Street acabó la jornada con una ligera caída (0,3%).

La de ayer es la quinta rebaja de tipos consecutiva desde el estallido de la crisis hipotecaria el pasado verano, cuando los tipos abandonaron el techo del 5,25%. El precio del dinero se coloca así a su nivel más bajo desde mayo de 2005, y se aleja un punto del tipo fijado por el Banco Central Europeo para la zona euro (4%), que parece moverse más lenta que la Reserva Federal para hacer frente al frenazo económico.

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El dato de crecimiento del cuarto trimestre en Estados Unidos, publicado ayer antes de la reunión de la Reserva Federal, reforzó los argumentos para que el equipo de Ben Bernanke fuera más agresivo en su acción. La economía cerró 2007 con una fuerte moderación del crecimiento, desde el 4,9% registrado en el tercer trimestre a un escaso 0,6% entre octubre y diciembre. Wall Street esperaba un dato trimestral entre el 1% y el 2% del PIB, lo que volvió a calentar el debate en el parqué sobre si EE UU bordea la recesión o está ya sumida en ella. El crecimiento del conjunto del año queda en el 2,2%, el más bajo desde 2002.

La atención se dirigió en seguida al lenguaje que iba a utilizar la Reserva Federal para justificar su decisión y exponer el estado de la economía. Pero Ben Bernanke no quiso dar un cheque en blanco a Wall Street. Los riesgos para el crecimiento siguen jugando a la baja, lo que deja la puerta abierta a futuros recortes de tipos si la situación se deteriora aún más. Aunque advierte también del riesgo que supone descuidar la inflación. La Fed debía por eso ser cuidadosa a la hora de transmitir su mensaje al mercado, para evitar una volatilidad innecesaria o excesiva.

La autoridad monetaria pone de relieve que los mercados financieros están bajo una presión considerable y que el acceso al crédito se complica tanto para las empresas como para las familias. Es más, advierte de que la contracción en el sector de la vivienda continúa y que el mercado laboral se suaviza.

"La acción de hoy, combinada con otras adoptadas antes, debe ayudar a apoyar un crecimiento moderado en el tiempo y mitigar los riesgos a la actividad económica", afirma la Fed. Respecto a la inflación, continúa, considera que tiende a moderarse aunque advierte de que debe vigilar con especial cuidado su evolución. Richard Fischer fue el único disidente que prefería no cambiar el tipo de interés en esta reunión. Wall Street recibió el recorte con optimismo. Pero en la recta final de la jornada, acabó ligeramente en rojo porque algunos analistas anticipan que esta será la ultima rebaja. A esto se le sumó las malas noticias que siguen llegando sobre la situación de las aseguradoras de bonos, a las que las agencias de calificación tienen bajo observación y se disponen a revisar a la baja su valoración. La firma de analistas Oppenheimer cree que si se llega a este extremo, los grandes bancos deberán contabilizar hasta 47.000 millones de euros en pérdidas. El dólar retrocedió a la zona de mínimos frente al euro (1,4862 dólares por euro).

El curso de la política monetaria dependerá mucho de la evolución del empleo, como muestra su comunicado, en el que precisa que la Fed está lista para actuar cuando sea necesario para hacer frente a los riesgos. El dato de diciembre fue más débil de lo esperado y la tasa de paro se disparó al 5%. El indicador de enero se conocerá mañana. Y si de nuevo vuelve a defraudar a Wall Street, puede devolver el nerviosismo al parqué, donde sigue sobrevolando el fantasma de la recesión.

Empleados de la Bolsa de Nueva York ante pantallas que muestran la rebaja de tipos decidida ayer.
Empleados de la Bolsa de Nueva York ante pantallas que muestran la rebaja de tipos decidida ayer.AFP

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