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El deterioro del mercado laboral

A Rosell vuelve a "gustarle la música" de la reforma de los convenios

El presidente de la CEOE dice que la idea de la patronal a partir de ahora es desligar en los nuevos convenios los salarios a la evolución de la inflación

El presidente de la CEOE, Juan Rosell, ha afirmado hoy que "le gusta la música" de la reforma propuesta por el Gobierno en cuanto a la negociación colectiva después de que al conocerse el primer borrador dijera que no le gustaba "ni la letra, ni la música". El presidente ha declarado que en las conversaciones entre patronal y sindicatos se había intentado abarcar demasiado y que espera que el proceso de tramitación parlamentaria la norma se complete favorablemente. Rosell ha apuntado que "evidentemente alguna cosa se va a mejorar en el trámite parlamentario".

Rosell ha dejado claro que a partir de ahora la idea de la patronal es desligar en los nuevos convenios los salarios a la evolución de la inflación. "La época de la indexación se ha acabado, y se ha acabado sí o sí. El IPC se ha convertido en cuanto a salarios en una antigualla", afirmó Rosell en unas jornadas sobre información financiera organizadas por la APIE y la Universidad Menéndez Pelayo. "Yo creo que la clave de futuro es la productividad, y la productividad subsectorial", ha asegurado.

"Yo mismo tengo posturas más extremas de las que digo aquí, pero al final hago una media diciendo la posición de todos los empresarios"
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Según ha reconocido Rosell, ha habido "un cambio importante" y "ahora vamos a ver si rectifica". El tema no es baladí ya que, en su opinión y frente a lo que afirman los sindicatos, buena parte del paro se debe a la legislación laboral, que "es hija del franquismo y nieta de la república", ha criticado antes de invitar a "quien crea que es buena, que vaya a hablar con los parados". Según ha resumido, la legislación "es inflexible en la entrada del trabajador, en el mantenimiento del puesto del trabajo y bastante inflexible en su salida".

Sobre las dos líneas rojas fijadas por el Ejecutivo para modificar el decreto aprobado el viernes -la ultractividad de los convenios que limita su duración una vez caducados a entre 8 y 14 meses y respetar la base del acuerdo sobre flexibilidad interna-, Rosell ha restado peso al primero de estos asuntos ya que "no es una gran cuestión". "Se está haciendo un problema de dónde no lo hay", ha añadido.

Respecto al fondo de capitalización para el despido, el conocido como modelo austriaco, el líder de los empresarios ha afirmado que le parece bien como posibilidad para ir avanzando y se ha limitado a matizar que, quizás, se podrían poner en marcha diferentes mochilas (fondos). Así, ha puesto como ejemplo que se podría crear un fondo para cada empleado donde acumular prestaciones por paro y otro para su formación.

Por último, en relación al papel del informe de la patronal madrileña (CEIM), al que los sindicatos y el Gobierno culpan de la ruptura de las negociaciones sobre la reforma de los convenios y en el que pedía el fin de los contactos, ha negado este extremo. "Además de ese informe hubo otros más extremos. Se pusieron todos encima de la mesa en multitud de reuniones, hubo un debate en profundidad y yo lo que hice fue un suma y resta de posiciones para llegar a una postura intermedia", ha explicado antes de insistir en que "la CEIM no fue el más extremo" y, por tanto, no fue el responsable del fracaso. "Yo mismo tengo posturas más extremas de las que digo aquí, pero al final hago una media diciendo la posición de todos los empresarios", ha añadido.

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