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La primera crisis del euro | Claves del acuerdo

Salgado evita que la UE imponga a España un ajuste más drástico

El Gobierno rebajará del 7,5% al 6% el objetivo de déficit para 2011 - Bruselas exige también reformas estructurales

Andreu Missé

La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía, Elena Salgado, logró salir airosa de las fuertes presiones efectuadas en el Ecofin extraordinario del pasado domingo por varios países con el apoyo del Banco Central Europeo (BCE). Durante la reunión, que se prolongó hasta las dos de la madrugada del lunes, Alemania, Finlandia, Suecia y sobre todo Holanda fueron muy incisivos en sus exigencias de que en el documento final figurara un compromiso de ajuste mayor al anunciado por España y Portugal.

Salgado, que presidió el Consejo por la presidencia de turno de la UE, logró que el documento de conclusiones diera la bienvenida a "los compromisos de España y Portugal de tomar medidas adicionales significativas de consolidación en 2010 y 2011 y las presentara en el Ecofin del próximo 18 de mayo". La evaluación de tales medidas se efectuará el próximo junio por parte de la Comisión Europea. La Comisión ha abierto expedientes a 20 de los 27 países de la UE por superar el límite del 3% de déficit.

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Alemania, Holanda, Finlandia y Suecia pretendían que en las conclusiones figurara que España y Portugal se comprometían a efectuar ajustes fiscales equivalentes al 1,5% y 2% de su PIB, este año y el siguiente, respectivamente. Ambos países ya habían anunciado recortes del 1,5% en el caso de España para los dos años y del 1% por Portugal para este ejercicio. Durante el consejo, el BCE, representado por su vicepresidente Lucas Papademos, se alineó con estos cuatro países. También el presidente de la entidad, Jean Claude Trichet, mantuvo varias conversaciones telefónicas con la misma petición.

La vicepresidenta del Gobierno esgrimió dos tipos de argumentos para contener las exigencias. Primero, que la reunión se había convocado para acordar el mecanismo europeo estabilidad financiera y no para discutir sobre la situación fiscal de un país determinado; en segundo lugar, que España y Portugal ya habían anunciado previamente un plan de medidas adicionales que sólo estaban pendientes de ser completadas en los próximos días.

Los argumentos de Salgado indican que con un ajuste adicional de 0,5 puntos del PIB este año y 1 punto el año próximo, el déficit público se situará en el 6% en 2011, frente 7,5% previsto inicialmente. Se trata de una posición que hace más factible rebajar el déficit hasta el 3% en 2013. Este nuevo enfoque permitió una nueva valoración de la situación fiscal española y templar las urgencias de los países más exigentes sobre peticiones de reducciones adicionales. Fuentes de Economía aseguran que se viene trabajando desde hace algunas semanas en las medidas adicionales para la reducción del déficit. "Un recorte de 15.000 millones no se improvisa así como así", señalaron.

Al finalizar la reunión del Ecofin, el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, se mostró satisfecho con los compromisos de ajuste españoles. Sin embargo, también es cierto que Madrid y Lisboa sólo accedieron a acelerar sus procesos de reducción de déficit público después de las reiteradas llamadas de la Comisión efectuadas al máximo nivel. La Comisión está expectante ante las disposiciones que el presidente del Gobierno presentará mañana en el Congreso. Fuentes comunitarias precisaron que el análisis de Bruselas no se limitará sólo a los aspectos fiscales, sino que también vigilará especialmente "las reformas estructurales" que tiene que realizar España para dinamizar su economía.

Tras la aprobación del mecanismo de rescate por una cuantía de 750.000 millones, los mercados reaccionaron muy positivamente de manera muy rápida. La medida que durante meses se había ido postergando -por la resistencia de Alemania, principalmente- es un primer paso para equipar a la zona euro de un mecanismo de protección del euro. El mecanismo actual es provisional y la Comisión está trabajando en otro de carácter permanente.

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, aseguró ayer que el acuerdo sin precedentes para defender el euro "asegurará que todo intento de debilitar la estabilidad del euro fracasará". Barroso calificó el acuerdo de "decisión histórica" y precisó que "demuestra la determinación de toda la Unión Europea de estar detrás de sus Estados miembros cuando son seriamente amenazados por severas dificultades provocadas por circunstancias excepcionales que superan su control".

La canciller alemana, Angela Merkel, se resistió durante meses a adoptar una ayuda tan voluminosa, por temor a que pudiera influir negativamente en las elecciones regionales en Renania Westfalia del pasado domingo. Merkel se ha encontrado con que ha perdido los comicios y ha estado cerca de quedarse sin euro. Superado ya el fragor electoral, Merkel expresó ayer su satisfacción por el mecanismo aprobado "para reforzar y proteger el euro", que ha sido reiteradamente "atacado" pero llamó de nuevo a sus socios a que se comprometieran con la disciplina presupuestaria. Merkel valoró como "especialmente importantes" los esfuerzos adicionales de ahorro de España y Portugal y recordó que, como indica el acuerdo de la madrugada del lunes, la Comisión Europea analizará la idoneidad de esas medidas.

Por su parte el Gobierno italiano destacó el "impulso decisivo" de una llamada de su primer ministro, Silvio Berlusconi, a Merkel poco antes de la una de la madrugada y que "fue fundamental para desbloquear el acuerdo". Por la noche se manejaron al menos cuatro borradores de conclusiones.

Elena Salgado, tras una reunión del Ecofin en Bruselas.
Elena Salgado, tras una reunión del Ecofin en Bruselas.EFE

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