_
_
_
_
_
La crisis del euro

Trichet advierte a los especuladores de que la eurozona responderá a sus ataques

El BCE no anuncia novedades sobre el programa de compra de bonos y se limita a prorrogar las facilidades extraordinarias de liquidez para aplacar las "agudas" tensiones en los mercados

Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo, durante la rueda de prensa mensual celebrada en el cuartel general de Frankfurt.
Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo, durante la rueda de prensa mensual celebrada en el cuartel general de Frankfurt.REUTERS

El presidente del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet, ha anunciado hoy que el instituto emisor ha aprobado prorrogar las medidas extraordinarias de liquidez a la banca pero no ha decidido reforzar la compra de bonos, lo que ha desinflado algo el optimismo de los mercados financieros, que esperaban más del instituto emisor para atajar la crisis del euro. Según ha defendido el economista francés, el programa de compra de deuda soberana de los países bajo presión está bien tal y como está, aunque también ha recordado que nunca se dijo que esta medida tuviera un límite, con lo que deja la puerta abierta a futuras intervenciones. En todo caso, Trichet ha advertido a los especuladores de que no se confíen, ya que la eurozona responderá a sus ataques.

Más información
Subidos a la montaña rusa
Almunia exigirá un plan de viabilidad a los bancos que reciban ayudas
El Tesoro de EE UU visita España para analizar la crisis
Cambio radical de orientación en los mercados
El Tesoro paga por la deuda el precio más alto en dos años

A una pregunta sobre si se pueden tomar medidas contra el acoso de los especuladores, Trichet ha respondido que "todos sabemos que hay quien invierte a largo plazo y otros que apuestan en corto -es decir, a la contra, que es donde trabajan los especuladores-". "Pero yo les diría que en sus análisis tuviesen en cuenta todos los elementos, también el compromiso por la estabilidad del euro -de los países y sus Gobiernos-", ha añadido antes de advertir: "Que no subestimen su determinación para asegurar la estabilidad del euro".

A medida que el presidente del BCE avanzaba en su discurso, la Bolsa española, que hasta ese momento pugnaba por consolidar una subida del 2% tras el rebote de ayer, se ha dado la vuelta y ha llegado a caer hasta un 1%. Sin embargo, tras este primer momento de alarma, ha vuelto a apostar por las ganancias y, a las 14, volvía a avanzar un 2%. En los mercados de deuda, donde la sospecha de que el organismo iba a actuar de forma decidida contra la crisis estaba permitiendo una importante mejora, han vuelto las dudas. No obstante, ha registrado la misma evolución que la Bolsa y, tras unos instantes de desbandada, los inversores volvían a entrar en los bonos soberanos de España, Portugal, Italia o Bélgica. La razón es que aunque no hay anuncio oficial, el BCE podría estar detrás de algunas de las operaciones de compra que se han cerrado durante esta y la pasada jornada.

En lugar de sacar la artillería y anunciar que el BCE pondrá miles de millones de euros para socorrer a los países con problemas comprando su deuda, Trichet ha optado por la vía de la disuasión preventiva. Así, frente a la opción de sacar la chequera, se ha decantado por recordar a los inversores que la medida esta ahí para ser usada en cualquier momento. Esto supone otra forma de advertir a quienes apuestan por la caída del euro de que no se saldrán con la suya, ya que el BCE está ahí para evitarlo y tiene munición en la recámara. De momento, en su opinión, la prórroga de las facilidades extraordinarias para que los bancos acudan a la ventanilla del instituto emisor a pedir dinero prestado a corto plazo debe permitir hacer frente a las "agudas" tensiones que los mercados están atravesando durante las últimas semanas.

Del lado de las decepciones, el BCE no ha aportado ninguna novedad sobre la compra de bonos de los Estados bajo presión y Trichet ha repetido en varias ocasiones que este programa no se puede equipara a las medidas de estímulo mediante la compra de deuda (las llamadas "facilidades cuantitativas") que ha puesto en marcha la Reserva Federal de EE UU. "Yo nunca dije nada acerca de que el programa de bonos tuviera un límite", ha añadido después ante la insistencia de los periodistas dando a entender que en cualquier momento podría volver a emplearse. De hecho, según fuentes del mercado puede estar llevando ya a cabo algunas operaciones en este sentido de forma discreta. Este programa se puso en marcha la pasada primavera tras el descalabro de Grecia y hasta la fecha ha supuesto el desembolso de 67.000 millones de euros, pero la mayor parte de ellos se libraron durante las tres primeras semanas de vigencia del plan. Por otra parte, también se ha recibido mal que la extensión de la liquidez no incluya a las operaciones a seis meses, tal y como reclamaba el sector.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_