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La crisis del euro

La UE baraja dar incentivos a la banca para evitar un impago de Grecia

Bruselas analiza una opción alternativa para que los acreedores acepten cobrar más tarde.- Moody's recorta en tres escalones la calificación de la deuda griega

A estas alturas de partido la única certeza sobre Grecia es la voluntad de la Unión Europea por evitar el que sería el primer impago en la deuda soberana de uno de sus países miembros. Para ello, las autoridades europeas están analizando la posibilidad de ofrecer incentivos a la banca para que sustituyan los bonos con vencimiento entre 2012 y 2014 que tienen ahora en su cartera de inversiones por otros nuevos a más largo plazo, según han informado a Bloomberg dos personas involucradas en las negociaciones del segundo paquete de ayuda al país que, dado que no están cerradas, prefieren guardar el anonimato.

Con esta medida se eliminaría la posibilidad de un impago ya que Grecia ganaría tiempo para volver al mercado a financiarse por su cuenta y disiparía las dudas sobre su capacidad de pago durante los próximos años. Al mismo tiempo, también evitarían la temida reestructuración de la deuda del país, al menos en lo que se refiere a su definición técnica, ya que en términos prácticos la medida supone un aplazamiento del cobro de los títulos emitidos por Atenas. Pese a ello, la UE insiste: "Una reestructuración no entra en nuestros planes", ha reiterado hoy el comisario de Economía, Olli Rehn, desde Nueva York antes de confiar en que junio marcará el inicio del fin de la crisis, según informa Sandro Pozzi.

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En concreto, la propuesta pasa por ofrecer a los acreedores más rentabilidad, un trato preferente a la hora de cobro y la posibilidad de utilizar estos bonos, que vencerían entre 2014 y 2017, como aval sin ver, por ello, reducida la calificación de sus inversiones. Este último punto tranquilizaría a los bancos, que ven en una posible reestructuración una amenaza para sus balances por las pérdidas que lleva implícita una quita y afectaría negativamente a sus notas de solvencia. No obstante, optar por esta posibilidad, que vuelve a tener a Alemania como su principal impulsor, añade el Wall Street Journal, augura un largo proceso de negociación con las entidades que, teniendo en cuenta que el reloj corre en contra de Grecia y, por extensión, de toda la UE, genera algunas recelos.

Menos aceptación, añade Bloomberg, tiene la propuesta de impedir acudir con deuda griega que venza de aquí hasta 2014 al Banco Central Europeo para dejarla como garantía para pedir dinero al instituto emisor europeo, tal y como se puede hacer ahora.

En cuanto al resto del parte de guerra de la crisis de hoy, Moody's añadió otra mala noticia, ya que rebajó la calificación de la deuda en tres escalones, desde B1 a Caa1, debido al creciente riesgo de que Grecia no sea capaz de estabilizar su nivel de deuda sin una reestructuración, y la sitúa en perspectiva negativa. Moody's ve complicado que Grecia pueda controlar su nivel de endeudamiento, dados los crecientes desafíos para implementar sus medidas a los que se enfrenta el Gobierno, la elevada incertidumbre sobre las perspectivas económicas del país y el historial de incumplimiento de los objetivos de consolidación presupuestaria.

Por otra parte, fuentes de la misión del FMI, la UE y el BCE que actualmente se encuentran en Grecia analizando cuáles son sus necesidades reales de financiación a corto y medio plazo, han avanzado que podrían anunciar sus conclusiones entre hoy y mañana. Suya también es la responsabilidad de evaluar los progresos en el plan de ajuste vinculado al primer rescate de 110.000 millones y, en caso de dar una respuesta satisfactoria, autorizar el quinto tramo de este crédito, que asciende a 12.000 millones de euros. Según ha reconocido el portavoz comunitario Amadeu Altafaj, se han producido "progresos notables" en las negociaciones con Grecia sobre su nuevo plan de ajuste y privatizaciones.

Conocer el balance de la troika, que es el nombre con el que se conoce a la misión, y confirmar las medidas de ajuste y el potencial de las privatizaciones que ha anunciado el Gobierno de Yorgos Papandreu -que prevé recaudar hasta 50.000 millones de aquí a 2015- es esencial para cerrar el segundo plan de rescate de Grecia. Este, según las últimas cifras barajadas, ascendería a unos 60.000 millones de euros para garantizar los pagos de Atenas en todo 2012 y, probablemente, también en 2013 a razón de 30.000 millones al año. La nueva ayuda debería aprobarse, según el calendario con el que trabaja Bruselas, en la cumbre europea del 23 y el 24 de junio.

Antes, los ministros de Economía de la UE deberán dar su visto bueno a los 12.000 millones para Atenas el 20 de junio en otra reunión en Luxemburgo. Si se cumplen el guión, el dinero llegaría a tiempo a Atenas para cumplir con sus compromisos de pago de finales de este mes con lo que no se vería obligada a "cerrar la tienda", tal y como amenazó hace unas semanas el ministro de Finanzas, Yorgos Papaconstantinu.

A modo de adelanto de las duras condiciones de ahorro que las autoridades europeas y del Fondo exigirán a Grecia, el viceprimer ministro del Gobierno griego, Teodoros Pangalos, ha concretado hoy que eliminarán o fusionarán a partir de octubre 75 organismos públicos que reciben anualmente 2.700 millones de euros en subvenciones. Estas empresas dan trabajo a unas 7.000 personas. También el periódico Ekathimerini adelanta que el acuerdo con la UE y el FMI incluye la posibilidad de pagar a los jóvenes de menos de 25 años pagar un 20% menos de lo que estipula el salario mínimo, que está en 739 euros -en España se sitúa en 641,40 euros-. Esto equivale a un salario de poco más de 590 euros, lo que amenaza con avivar aun más la indignación de los jóvenes griegos, que han recrudecido sus protestas contra los ajustes en las últimas horas.

En los mercados, que ayer ya celebraron a su manera -esto es, con subidas en las Bolsas y reducción del acoso a la deuda de los llamados periféricos del euro- la proximidad del segundo plan de rescate, hoy los inversores se han mostrado más cautos. Así, en la renta variable, los principales parqués europeos transitaban entre las ganancias y las pérdidas sin rumbo fijo hasta que han llegado los malos datos que hoy ha presentado EE UU para tirar hacia abajo de los índices. Al euro, por el contrario, le ha sentado bien la cercanía de un posible acuerdo y ha avanzado frente al dólar hasta volver a recuperar los 1,44 dólares, su nivel más alto en cuatro semanas.

En los mercados de deuda, por su parte, volvían a aumentar las primas de Grecia y Portugal. Sobre este último, el Tesoro luso hoy se ha visto obligado a elevar la rentabilidad de su letras para superar las dudas de los inversores en un nuevo signo de que el hecho de activar el rescate no implica el final de las dudas y, por tanto, del acoso por parte de los inversores.

Fuera de los países rescatados pero sin dejar la periferia, la prima, que se establece a partir del sobreprecio que los inversores exigen en el mercado secundario a los bonos a 10 años de un Estado frente a los alemanes, de referencia, bajaba moderadamente para España e Italia. "[España] ha sido capaz de convencer al público y al mercado que puede afrontar los desafíos" gracias a las reformas emprendidas, ha valorado Rehn.

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