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Las pruebas al sector financiero

Los mercados financieros castigan a España

El español Ibex 35 se ha situado como farolillo rojo de Europa. -En la deuda, la presión contra los periféricos del euro ha aumentado con la prima española al frente del correctivo

Los inversores se han adelantado a la publicación de las pruebas de resistencia a la banca prorrogando el castigo a España, tanto en la Bolsa como en los mercados de deuda. Así, el selectivo español Ibex 35 al final ha sido el parqué europeo que más ha cedido de toda la jornada con un recorte del 1,19% mientras la prima de riesgo, que es el diferencial entre los bonos a 10 años españoles con los alemanes, de referencia, ha repuntado casi de 40 puntos básicos hasta los 339, lo que ha situado al país como el más castigado de la sesión.

Pese a que la banca española no ha quedado mal parada de las pruebas, han suspendido cinco de 25 entidades examinadas y ninguna de ella era de las grandes, los inversores han demostrado hoy que siguen sin fiarse del todo ni de las finanzas del país ni de la efectividad de las propias pruebas de resistencia. Además, aunque los grandes bancos españoles han cerrado en rojo, los recortes que han sufrido han sido inferiores a los de otras entidades alemanas o francesas como el Commerzbank (que ha perdido un 3%) o el Credit Agricole (un 3,06%), lo que la ha convertido en el peor valor de toda Europa del día. Frente a estos descensos, el Santander se ha dejado un 1,23% y el BBVA un 1,56%.

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Con este panorama, la actitud de este año de los inversores ante las pruebas ha distado mucho de la de hace un año. En primer lugar, el mercado ve con escepticismo los exámenes puesto que en 2010 ya fallaron en calibrar la resistencia de la banca irlandesa -cuyo deterioro acabó forzando el rescate-. Además, junto a las dudas sobre su capacidad para mostrar el estado real de las entidades, ahora los inversores además sospechan que se han fabricado al gusto de cada país.

De hecho, si en este 2011 las Bolsas europeas han registrado su peor semana desde marzo con España e Italia en un lugar destacado, hace un año los principales índices del Viejo Continente recibían los resultados del examen a la banca con importantes subidas, que en el caso del español Ibex 35 le llevaron a avanzar un 4% en los días previos a la publicación de las pruebas. Hoy, no obstante, el selectivo español ha cerrado perdiendo un 1,1% hasta los 9.484 puntos.

En cuanto a la deuda, los inversores, que hace un año se sobreponían del susto del rescate a Grecia de mayo, celebraban con fuertes descensos en la llamada prima de riesgo el buen resultado que obtuvo España en las pruebas. La prima o riesgo país español, que se establece a partir del sobreprecio que los inversores exigen a los bonos de los Estados frente a los alemanes, de referencia, y que es el mejor medidor de su confianza en sus finanzas, bajó hace algo menos de doce meses en 11 puntos básicos en las jornadas previas, con lo que se situó en el entorno de los 160. Un año después, sin embargo, se ha más que duplicado y, tras dos nuevos rescates -Irlanda, en noviembre, y Portugal, el pasado abril- ha llegado a rozar los 380 puntos básicos tras haber cogido velocidad durante la última semana. Desde el pasado viernes, periodo en el que España e Italia han recibido un duro castigo por las dudas sobre el final de la crisis del euro, este indicador ha subido en unos 40 puntos básicos.

Hoy, la prima de España ha mantenido la tendencia al alza y ha subido más de 25 puntos básicos hasta los 339. La prima italiana también ha vuelto a subir hasta rebasar los 300 puntos básicos. En cuanto al resto de periféricos, destacaba la evolución del riesgo país de Portugal, que ha sobrepasado otra vez la cota psicológica de los 1.000 puntos.

Además, la deuda del país portugués, pese al rescate y el draconiano plan de ajuste aprobado por su Gobierno, ha vuelto a marcar nuevos récords, lo que deja en evidencia que la crisis sigue siendo capaz de superarse a sí misma a medida que pasa el tiempo ante la ineficacia de las medidas de la UE y la falta de unidad entre sus miembros. En concreto, las dudas sobre el estado de los grandes bancos lusos -cuatro son las entidades que Portugal ha sometido a las pruebas- han llevado la rentabilidad exigida a sus bonos a cinco, tres y dos años hasta niveles desconocidos desde que el país entró en el euro en 1999.

En el mercado secundario, donde se negocian los títulos una vez emitidos por los Estados, estos bonos han tocado por primera vez el 17,6%, el 20,2% y el 19%, con lo que han marcado nuevos máximos. Sin embargo, los títulos a 10, que se movían sobre el 12%, se mantenía por debajo de su anterior récord del lunes, cuando alcanzaron un interés del 13,4%. La inversión de la curva de rentabilidad y el hecho de que para los títulos a menor plazo se exijan mayores intereses que a los que tienen mayor vencimiento ponen de relieve los temores de los inversores a que Lisboa pueda sufrir problemas de solvencia en un futuro próximo ya que la receta clásica para que dejen de lado sus dudas sigue siendo un clásico: más dinero.

Por lo que respecta a la jornada de este viernes, también ha condicionado el ánimo de los inversores la advertencia de Standard & Poor's de poner en revisión la matrícula de honor que luce Estados Unidos en su nota de solvencia. Con este aviso, ya son dos las agencias que contemplan la posibilidad de que la primera potencia mundial pierda su calificación de triple A, que es la más alta. Si finalmente materializan su amenaza, será el primer recorte en el rating de Estados Unidos desde 1927.

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