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MUNDIAL DE NATACIÓN

Rafa Muñoz: "Me veo campeón"

El español logra la plusmarca en los 50 mariposa; Belmonte se hunde

El español Rafael Muñoz se paseó ayer orgulloso por la plataforma de la piscina de los Mundiales de Roma después de batir dos veces los récords del campeonato. No tardó en postularse para colgarse el oro en la final de 50 metros mariposa. "Después de haber nadado la ronda preliminar y la semifinal me puedo imaginar cómo será la final", dijo el nadador de Córdoba; "los seis primeros nadarán por debajo de 23 segudos. Creo que la llegada será muy apretada entre Cavic y yo, pero creo que en los últimos 25 metros lo voy a superar porque tengo más aguante. Él es más grande, tiene más masa muscular, y le cuesta aguantar el ritmo más que a mí. Creo que batiré el récord del mundo".

- "El agua está demasiado fría", se quejó Erika Villaecija, la fondista española.

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- "Yo la prefiero así", replicó Rafa Muñoz, ex novio de Villaecija, al salir de la piscina en la primera mañana de competición. El español acababa de batir el récord del campeonato en 50 mariposa y argumentó razones físicas y químicas: "Cuando el agua está caliente las moléculas se dispersan y los apoyos son menos eficaces. Si el agua está fría las moléculas están más concentradas y los agarres son mejores. Para las pruebas de velocidad esto es muy importante".

Rafa Muñoz presentó sus credenciales en la primera jornada de carreras de los Mundiales de Roma con una actuación que estuvo a la altura de las expectativas. El cordobés, de 21 años, llegó a la cita como plusmarquista mundial con el tiempo que logró en el Open de España: 22,43 segundos. En Roma su primer contacto con el agua fue muy satisfactorio. Hizo la serie preliminar de los 50 mariposa en 22,90 segundos. Fue la mejor marca de la mañana, igualada por veterano surafricano Roland Schoeman. Por la tarde volvió a batir el récord del campeonato con una marca de 28,68 segundos.

El español nadó junto al subcampeón olímpico de 100 mariposa, el serbio Milorad Cavic, que hasta el año pasado encabezó el ránking mundial de los 50 mariposa. Muñoz, que se embutió en el bañador impermeable Jaked, marcó el territorio desde el despegue. Su tiempo de reacción (0,71 segundos) fue más rápido que el del serbio (0,74) y enseguida encabezó la carrera. Nada alienta más a un nadador, y desalienta más a sus rivales, que empezar bien las carreras. El primer contacto de Rafa con el agua fue una buena señal. Los técnicos le auguran hoy una medalla segura. Si lo consigue será el primer español nacido en España en conseguir subirse a un podio en un Mundial.

Antes de que Muñoz volara sobre el agua del Foro Itálico, el equipo español sufrió su primer golpe. Mireia Belmonte, la mejor nadadora española, se hundió en la serie de los 200 estilos. Su tiempo de reacción fue el más lento y su parcial de espalda la condenó a seguir la estela de las demás nadadoras. "No me he sentido bien", dijo; "siempre me pasa lo mismo en los campeonatos el primer día de competición".

La carrera de Belmonte fue desastrosa. La española, vigente campeona de Europa en esta prueba con un tiempo de 2m11,26s, no pudo mejorarse a sí misma en Roma. Nadó la serie en 2m13,75 y salió de la piscina muy nerviosa. Igual que como entró. Argumentó que, inexplicablemente, su entrenador, Carles Subirana, fue apartado del equipo antes del Mundial.

Desde el 15 de julio, Mireia preparó el Mundial con los entrenadores de la federación, que no la conocen tan bien como su técnico. "Esto no es una excusa", dijo; "pero habría preferido que estuviera Subirana". A sus 19 años, la ausencia de su entrenador, y las luchas intestinas dentro de la federación, la han afectado especialmente.

Por su parte, Erika Villaecija fue eliminada de la final de 400 metros. Dijo que sólo nadó la preliminar matinal para meterse en harina. Sin intención competitiva. Siempre dice lo mismo. Algo peor le ocurrió al sevillano Melquíades Álvarez, que nadó la serie de 100 braza en 1m 1,75s. Un tiempo del siglo pasado. Álvarez venía de batir el récord de España en los Juegos del Mediterráneo, hace un mes, donde hizo 1m 0,45s. En Roma hizo lo que suelen hacer los nadadores españoles en los grandes campeonatos: rendir por debajo del nivel que demuestran en los encuentros pequeños. "Es que se me ha roto el Jaked en la cámara de salidas y me he puesto de los nervios", se excusó el nadador. Ayer Álvarez rompió un bañador Adidas. El hombre no tiene suerte con el procedimiento de autoenvasado. Pero es igual. Michael Phelps también rompe bañadores y bate récords del mundo.

El nadador español, durante la prueba en Roma
El nadador español, durante la prueba en RomaEFE

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