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Efectos de la crisis

El BBVA recorta el dividendo y paga con acciones para reforzarse

González asegura que prefiere "no jugarse el banco a una adquisición para que suba el ego y presumir". -El directivo admite el error de prestar para invertir en Madoff

El mandato de Francisco González en el BBVA (es presidente único desde diciembre de 2001) se ha caracterizado por el conservadurismo en la política de compras. Además, según ha manifestado recientemente, González, considera que la fortaleza de capital será una baza clave para jugar en esta crisis bancaria. Quizá se ha convencido de que ha llegado la oportunidad del BBVA, después de desechar muchas compras.

Con este panorama, el BBVA ha confirmado hoy una medida histórica: pagar el dividendo complementario con cargo al ejercicio de 2008, año en el que ha ganado un 18% menos, con acciones en lugar de en efectivo, tal y como ha adelantado Íñigo de Barrón. La entidad, que sin contar con las plusvalías registradas en 2007 hubiera aumentado sus beneficios un leve 0,2%, ya posee estos títulos comprados en su autocartera.

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En cuanto a la morosidad, factor que cobra especial relevancia en estos tiempos de crisis, la tasa de capital prestado de dudoso cobro se ha más que duplicado hasta el 2,12%, frente al 0,89% de un año antes y se ha situado siete décimas por encima del 1,55% con el que cerró septiembre. Aunque se mantiene por debajo de la media del sector. Los inversores han celebrado en Bolsa estos resultados y sus acciones subían a a media sesión más de un 4%.

Sobre la posibilidad de salir de compras, el propio González ha advertido hoy de que la crisis será " muy dura y larga", por lo que sólo los bancos prudentes, como el BBVA, emergerán como ganadores "con mucha ventaja". Para lograrlo, ha apelado a que mantendrán sus principios, que suponen "no jugarse el banco a una adquisición, o dos, o tres, para que suba el ego y para presumir de tener un banco más grande". Una política que contrasta con la de su principal competidor, el Santander.

En la misma línea, su vicepresidente, José Ignacio Goirigolzarri, ha asegurado que a pesar de los bajos precios de algunas entidades, el BBVA no tiene intención de realizar movimiento alguno de consolidación en ninguno de los mercados en los que está trabajando. "No tenemos tentaciones", ha enfatizado.

Concretamente, tal y como confirma en la nota de sus resultados remitida hoy a la CNMV, la entidad prevé distribuir parte de la reserva por prima de emisión mediante la entrega a sus casi 900.000 accionistas de estos títulos (unos 60,5 millones), a razón de una acción por cada 62, lo que equivale a 0,11 euros, aunque el texto no menciona la fecha base para fijar este valor. Esto elevará a 0,614 euros por acción el dividendo total de 2008 frente a los 0,73 euros por acción de 2007.

Pese al descenso, el primero desde 2002 tras la crisis de Argentaria y la de internet, la rentabilidad por dividendo (la relación entre lo que paga la entidad con el precio de las acciones) aumenta al 7,1% desde el 4,4% alcanzado en diciembre de 2007. Desde el punto de vista financiero, la operación es rentable porque el BBVA paga con títulos que adquirió en los momentos de mayores caídas bursátiles, por lo que el coste para la entidad es bajo.

Evita la ampliación de capital

La adquisición de acciones propias, que está limitada al 5% del capital, la hacen las empresas cuando consideran que el precio de cotización es muy bajo y no refleja el valor de la compañía. Además, sirve para frenar las caídas en Bolsa. Con esta estrategia de compra de acciones propias, el BBVA ha conseguido pagar con títulos sin tener que realizar una ampliación de capital. En varias ocasiones, el banco ha afirmado que no necesita reforzar su capital, pese a que en Europa muchos competidores lo han hecho gracias a las ayudas de los diferentes gobiernos.

Otra ventaja de no repartir dinero en efectivo, es que podrá mantener sus niveles de capital, el denominado core capital, que es un reflejo de la solvencia de la entidad. Este dato es clave porque refleja el impacto de los morosos en el capital del banco.

La situación del mercado justifica acciones como ésta. No hay que olvidar que el deterioro de la economía mundial es mayor de lo previsto hace sólo unos meses. Además, el BBVA tendrá que restar a sus beneficios los 300 millones que ha perdido en Madoff y debe estar atento a las variaciones de valor de sus participaciones en los bancos de China y Hong Kong.

En este punto, González ha asegurado hoy que el único error del grupo en el caso Madoff fue prestar dinero a algún cliente que quería invertir en productos del financiero estadounidense y que no ofrecía "garantías suficientes", un fallo, dijo, del que "tomamos nota". "Nosotros no tenemos ninguna relación con el señor Madoff", no le conocemos "ni tenemos interés en conocerle", ha añadido antes de explicar que este caso es un ejemplo de una "espectacular falta de regulación y supervisión adecuadas".

El beneficio recurrente crece un 0,2%

En cuanto a los resultados, la entidad ha confirmado hoy a la CNMV que obtuvo un beneficio neto atribuido de 5.020 millones de euros en 2008, un 18,1% menos que un año antes, aunque su beneficio recurrente (sin extraordinarios) creció un 0,2%, hasta los 5.414 millones, con mejoras en todos los principales márgenes. Así, el BBVA destaca que ha logrado "uno de los mayores beneficios de la banca a nivel mundial gracias a su estrategia prudente y de anticipación".

Sobre la morosidad y la concesión de créditos, apartados que están bajo lupa ante el deterioro económico generalizado y la expectación de ver como se trasladan los apoyos de liquidez del Gobierno a pymes y familias, los préstamos han crecido en línea con la media del sector un 7,1%, hasta los 340.441 millones de euros, con una tasa de morosidad que se ha más que duplicado hasta el 2,12% -algo inferior a la media del sector financiero (3,1% en noviembre)-, frente al 0,89% de hace un año. De su parte, el índice de cobertura ha bajado con fuerza hasta el 91%, frente al 224,8% de 2007.

En este punto, González ha insistido hoy en que la entidad continúa dando créditos, porque "un banco está para ello", pero ha reconocido que la demanda ha caído más de un 20% en 2008. Concretamente, ha explicado que de cada cien peticiones de crédito se concedían 77 en 2007, mientras que en 2008 se daban 72, una cifra muy similar.

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