El alza salarial pactada en los convenios hasta agosto se mantiene en el 2,7%
Los sindicatos buscan un acuerdo con la CEOE para desbloquear los 1,5 millones de convenios pendientes que afectan a cuatro millones de trabajadores
El incremento salarial medio pactado en los convenios colectivos registrados hasta el mes de agosto alcanzó el 2,67%, cifra ocho décimas inferior a la registrada en el mismo mes de 2008 (3,49%), según datos del Ministerio de Trabajo e Inmigración. No obstante, este porcentaje supera el Indice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) que, según el dato avanzado de agosto, situó su tasa interanual en el -0,8%. Además, siguen estando pendientes 1,5 millones de convenios, según los sindicatos.
Aún así, el incremento salarial pactado en convenio se mantiene en la senda de moderación en la que se instaló en el primer mes del año, con subidas inferiores al 3%. De hecho, lleva tres meses, desde junio, instalado en el 2,67%.
Durante los ocho primeros meses del año se registraron un total de 3.439 convenios, que afectaron a 7,44 millones de trabajadores y contemplaban una jornada laboral media de 1.756,6 horas anuales.
Según los sindicatos, aún quedan pendientes de cerrar 1,5 millones de convenios, con efectos sobre 4 millones de trabajadores. Los sindicatos atribuyen esta situación a que los empresarios están bloqueando el desarrollo de la negociación colectiva, por lo que han decidido tomar cartas en el asunto.
Propuesta de los sindicatos
De hecho, CC OO y UGT trabajan en una propuesta dirigida a CEOE para llegar a un acuerdo salarial a tres años, en el que estarían dispuestos a asumir para 2010 subidas salariales inferiores al 2% e incrementos algo más elevados en 2011 y 2012, pero siempre con una cláusula de revisión que garantizara el poder adquisitivo.
A cambio, pedirán a los empresarios que inviertan más en I+D y que moderen y reinviertan los beneficios en el mantenimiento del empleo y la reducción de la temporalidad a través de la conversión de contratos temporales en indefinidos.
El objetivo es doble: por un lado desbloquear la negociación colectiva, que este año por primera vez en seis ejercicios no se ha regido por un pacto entre empresarios y sindicatos, y, por otro, dar un paso hacia la recuperación del diálogo social, roto el pasado mes de julio.
