Klaus reitera en Rusia sus objeciones al Tratado de Lisboa
El presidente checo asegura que no ha cambiado de opinión pese a las presiones de la UE
El presidente checo Vaclav Klaus, que se encuentra de visita en Moscú, ha dicho a su homólogo ruso, Dmitri Medvédev, que no ha cambiado de opinión, que sus objeciones al Tratado de Lisboa siguen en pie a pesar de las presiones que la Unión Europea (UE) está ejerciendo sobre él.
"Le he explicado [al presidente Medvédev] que temo -y no soy el único en hacerlo- una profundización de la integración de la Unión Europea", ha declarado Klaus después de las conversaciones mantenidas en la residencia de Barvija del líder ruso, en las afueras de Moscú. "Para mí se trata de una cosa de importancia vital. Opino que las condiciones que he formulado para firmar el tratado son serias y la idea de que puedo olvidar mis objeciones es infundada", ha agregado el presidente checo.
Klaus ha manifestado que "no ve motivos para enviar desde Moscú una señal" a la UE sobre sus próximos pasos, pero que "el diálogo sobre cómo será la Unión Europea continuará". "No puedo decir nada nuevo al respecto", ha señalado.
Sólo la posición de Klaus impide que el Tratado de Lisboa entre en vigor. El presidente checo exige una derogación parcial de la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE, ya que teme que los descendientes de alemanes o habitantes de los Sudetes que fueron expropiados y expulsados después la guerra recurran a los tribunales europeos para tratar de recuperar sus propiedades o de obtener indemnizaciones. Sin embargo, la objeción de fondo de Klaus al tratado es que ve en él posibilidades de que Europa se convierta en un Estado supranacional, algo a lo que se opone categóricamente.
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