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Ibarretxe salva los Presupuestos por la abstención de Batasuna

Partido Popular y PSE-EE aseguran que las cuentas aprobadas no se pueden aplicar

Dentro de 20 días entrará en vigor en Euskadi una Ley de Presupuestos para 2002 mutilada, después de aprobarse ayer gracias a la abstención de Batasuna. El proyecto se votó artículo por artículo a petición del PNV, y vio cómo eran rechazadas las cuentas de más de la mitad de los departamentos, incluido el de Interior. El lehendakari, Juan José Ibarretxe, anunció que va a poner en marcha 'iniciativas jurídicas inmediatas' para rellenar esos vacíos. Por su parte, PP y PSE denunciaron que lo aprobado, a su juicio, gracias a un acuerdo del PNV con Batasuna, 'no es una ley de presupuestos'.

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'Hemos aprobado una ley. No hay más puntos en el orden del día. Se da por terminada la sesión'. El presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa, puso fin de esa manera al espectáculo de confusión en el que se transformó el debate en Pleno de los Presupuestos vascos para 2002. Una ley que nadie tiene claro cómo queda, porque no ha sido aprobada en su integridad, y que tampoco está claro cómo va a ejecutar el Gobierno vasco debido a los vacíos que incorpora. Mientras para Ibarretxe la cifra total de ingresos y gastos, 5.931,93 millones de euros, quedó consolidada en la sesión del 31 de diciembre, tras el polémico debate de las enmiendas a la totalidad, para la oposición esa cifra fue rechazada ayer, al no aprobarse el artículo segundo de la Ley de Presupuestos.

El hecho es que Batasuna, la formación que para el Gobierno estaba instalada en 'la coalición del no' junto al PP y al PSE, le echó una mano envenenada al Ejecutivo y a base de abstenerse de forma selectiva facilitó la aprobación de parte del articulado de la ley y de parte del capítulo general de gastos. Concretamente, dio luz verde a las cuentas de Vicepresidencia, Educación, Vivienda, Justicia y Sanidad, PNV, que suman el 67% del capítulo de gastos. El restante 33% del gasto rechazado corresponde a Presidencia, Hacienda, Cultura, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, Transportes, Agricultura y, significativamente, Interior.

La intencionalidad política de la abstención de Batasuna fue evidente en el caso de las cuentas de Vicepresidencia, de la que cuelga una partida de 75 millones para la Udalbiltza que dirigen PNV y EA. Pero más allá de permitir que Ibarretxe cuente con su principal instrumento político, es decir, un presupuesto, Batasuna generó un conflicto jurídico de calado en una ley que por definición tiene que dar estabilidad a un Gobierno. Precisamente porque Ibarretxe también lo interpretó de esa manera, reunió de urgencia a su Gabinete, y media hora después intentó tranquilizar a la sociedad vasca: 'El Gobierno vasco', anunció, 'va a solucionar estos vacíos para dotar de contenido a esta ley inconcreta'. Según explicó, estas medidas jurídicas se adoptarán en función de las actividades que se vayan a desarrollar, y se va a hacer 'a través de decretos, reglamentos o planes especiales de inversiones', en cuyo caso requerirán de mayoría parlamentaria. El lehendakari aseguró que cumplirá con todos los objetivos planeados cuando el Ejecutivo envió a la Cámara el proyecto de ley. Ibarretxe criticó a Batasuna por el espectáculo, pero fue muy claro al asegurar que prefiere unos presupuestos como los actuales, que seguir con la prórroga de los de 2000.

Víctimas y escoltas

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La jugada de Batasuna deja sin su presupuesto a Interior y Presidencia. Unas cuentas que incorporaban, por primera vez, una partida de 386 millones de pesetas para las víctimas del terrorismo y un crédito de 5.000 millones, ampliables, para el creciente número de los escoltas de cargos públicos amenazados por ETA. También se rechazó una subida del complemento de destino de la Ertzaintza.

La oposición cree que Ibarretxe no tiene una ley de presupuestos, porque 'no se ha votado en su integridad en ningún momento'. Tras la sesión, tanto el PSE como el PP acusaron al Gobierno de llegar a un acuerdo con Batasuna para tener, aunque sea de manera precaria, cuentas para 2002. Estos partidos creen muy sospechoso que el portavoz del PNV, Joseba Egibar, pidiera una votación artículo por artículo si no sabía que Batasuna se iba a abstener.

'La mezcla de la estrategia del PNV y Batasuna es el caos. Batasuna quiere ridiculizar al Parlamento', declaró el portavoz popular, Jaime Mayor Oreja. 'Hace falta un genio en derecho constitucional para explicar lo qué ha pasado', concluyó. A esta misma tesis se sumó el portavoz del PSE, Rodolfo Ares, quien recomendó al Ejecutivo que aumente su nómina de juristas 'para resolver este lío'.

Josu Ternera, Arnaldo Otegi y Antton Morcillo, en el pleno de Presupuestos de la Cámara vasca.
Josu Ternera, Arnaldo Otegi y Antton Morcillo, en el pleno de Presupuestos de la Cámara vasca.PRADIP J. PHANSE

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