PP y PSOE mantienen su desunión pese al anuncio de ETA de volver a los atentados

El regreso de ETA a sus crímenes "en todos los frentes", anunciado a través de un comunicado de la banda en la madrugada del martes, no ha logrado unir a los dos principales partidos de España, PSOE y PP, en su acción política contra la banda terrorista. Más bien al contrario.

El presidente José Luis Rodríguez Zapatero leyó ayer una declaración en la que confesaba su esperanza en lograr el respaldo unánime de todos los partidos democráticos contra el terror.

El ministro del Interior anuncia que el preso etarra Iñaki de Juana Chaos "no volverá a su domicilio en ningún caso"

Acción Nacionalista Vasca evita condenar a los terroristas y Batasuna culpa de la situación al Gobierno y al PNV

Zapatero busca el respaldo unánime de todos los partidos y encuentra el reproche de Rajoy, que le exige una rectificación

Mariano Rajoy, líder del PP, le contestó unos minutos después exigiéndole una rectificación de su política, acusándole de haber cedido ante ETA y marcándole los principios básicos para recuperar el acuerdo contra el terrorismo. Ni una palabra de respaldo al Gobierno en la declaración que leyó en Vitoria.

La reflexión que hizo ayer Rajoy recordó a otra que dirigió en el Congreso el líder popular al presidente del Gobierno: "Si usted no cumple, le pondrán bombas, y si no le ponen bombas es porque cede".

Dirigentes del PSOE y del PP se enzarzaron luego en descalificaciones por las supuestas deslealtades de unos y otros. El presidente socialista, Manuel Chaves, acusó al PP de obstaculizar el proceso de paz. El jefe andaluz del PP, Javier Arenas, le acusó de "irresponsable" y le reprochó la situación del etarra Iñaki de Juana y otras decisiones del Gobierno en relación con Euskadi.

El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, pidió al PP "sentido de Estado" y reclamó a Rajoy "la lealtad con el Gobierno que hasta ahora no ha tenido". El portavoz parlamentario del PP, Eduardo Zaplana, exigió al Gobierno que devuelva a la cárcel a Iñaki de Juana Chaos y que ordene al fiscal general, Cándido Conde-Pumpido, cambiar su política de "cesiones a ETA" e ilegalice Acción Nacionalista Vasca.

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, cumplió ayer una de las exigencias del PP. "El preso De Juana no volverá a su domicilio en ningún caso", anunció en una entrevista concedida a Tele 5.

En la bronca desatada, con ETA al fondo desenfundando sus armas para atentar, sólo el presidente navarro, Miguel Sanz (de UPN, la marca electoral a la que apoya el PP), se permitió unas palabras de apoyo al presidente del Ejecutivo: "Zapatero ha hecho un discurso respetable en el que ha puesto los puntos sobre las íes. No es el momento de discrepar ni de poner matices a lo que diga el presidente de mi país". Sanz negocia estos días con los socialistas navarros para mantener el Gobierno de esa comunidad.

La Fundación de Víctimas del Terrorismo y otras asociaciones de afectados por los crímenes de ETA reclamaron la unidad de los partidos. Pero ayer no se percibieron síntomas de que esa unidad sea posible. Rajoy y Zapatero se reunirán el próximo lunes en Moncloa en la cita más importante de los últimos tiempos en relación con la unidad de los demócratas en la acción política contra ETA.

El Gobierno vasco consideró ayer "una broma macabra" el comunicado de ETA anunciando la ruptura de una tregua que ya quebró con el asesinato de dos ciudadanos ecuatorianos el pasado 30 de diciembre en Barajas.

Acción Nacionalista Vasca, el partido para el que Batasuna pidió el voto, evitó condenar la violencia terrorista que anuncia ETA y se limitó a señalar que el comunicado "deja en evidencia la grave situación por la que atraviesa el proceso de normalización política de Euskadi".

Batasuna, a través de sus principales portavoces, culpó al Gobierno central y al PNV de que ETA vuelva a matar, sin expresar la más mínima condena a los planes criminales de los terroristas.

ETA declaró una tregua el 22 de marzo de 2006 que rompió sin previo aviso el 30 de diciembre del año pasado con el asesinato de dos ciudadanos ecuatorianos en la nueva terminal del aeropuerto de Barajas. Desde que inició su actividad, la banda ha asesinado a 817 personas y ha declarado cinco treguas importantes que rompió tras diversos contactos con Ejecutivos del PSOE y del PP. ETA siempre volvió a matar.