El Parlamento balear deroga la ecotasa

Los votos del Partido Popular y la abstención de Unió Mallorquina (UM) han conseguido derogar en el pleno del Parlamento balear la ecotasa, un impuesto sobre el turismo que comenzó a aplicarse en mayo de 2002 y que servía para desarrollar programas de protección del medio ambiente.

La ecotasa fue la medida estrella del anterior Ejecutivo autonómico, presidido por el socialista Francesc Antich, y produjo en su momento un duro enfrentamiento entre el sector hotelero y el Gobierno del llamado Pacto de Progreso que unió a PSOE y UM. La medida fue muy aplaudida por los partidos de izquierdas y los grupos ecologistas, que consideraron que se trataba de la primera medida que contribuía de una manera clara a la protección del medio ambiente y del patrimonio histórico y cultural.

Sin embargo, los empresarios hoteleros calificaron de errónea la aplicación de la tasa, ya que afectaba tan sólo al sector dedicado al alojamiento reglado, es decir, a los hoteles, hostales y pensiones, y no al del alojamiento residencial.

La ley del impuesto turístico fue aprobada en abril de 2001, pero el Gobierno de José María Aznar presentó un recurso de inconstitucionalidad alegando que la ecotasa suponía una doble imposición. Sin embargo, tras un periodo de suspensión cautelar, Francesc Antich anunció el cobro del impuesto a partir del día uno de mayo de 2002 y dio a conocer los proyectos que se realizarían con el dinero recaudado. Algunas de las actuaciones previstas, como la demolición de unos apartamentos en la zona costera de Son Serra de Marina, se iniciaron.

En las últimas elecciones autonómicas, y tras el triunfo del Partido Popular, el nuevo gobierno de Jaume Matas anunció como primera medida importante de su ejecutivo la derogación de la ecotasa, algo que ha cumplido hoy mismo.