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Piratas somalíes secuestran un pesquero con dos gallegos a bordo

El barco es de una empresa mozambiqueña en la que participa Pescanova

El pesquero Vega 5, de bandera mozambiqueña, con 24 tripulantes a bordo (el capitán y el contramaestre, gallegos), y propiedad de una empresa participada por la compañía española Pescanova, fue secuestrado el 28 de diciembre en el océano Índico, a "cientos de millas al sur de las aguas" en las que opera la misión europea de protección Atalanta, y navega ahora a punta de pistola hacia la costa de Somalia.

El apresamiento del barco, un palangrero de 24 metros de eslora y con capacidad para 140 toneladas de carga, se produjo cuando faenaba frente al puerto mozambiqueño de Beira. Los piratas somalíes nunca habían atacado tan al sur.

El Vega 5 dejó de comunicarse con el resto de la flota y con tierra tres días antes del fin de año. Fue localizado el 29 de diciembre por una avioneta de Pescanova, pero los intentos de contactar por radio resultaron infructuosos.

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Al día siguiente, el palangrero fue divisado a unas 200 millas al suroeste de las islas Comoras, navegando con rumbo norte, según la misión de la Unión Europea contra la piratería en el océano Índico, que desde mediados de diciembre dirige el contraalmirante español Juan Rodríguez Garat. El Ministerio de Asuntos Exteriores fue informado del secuestro el pasado viernes pero, a petición de la propia Pescanova, no lo hizo público hasta ayer.

La consejera de Mar de la Xunta de Galicia, Rosa Quintana, aseguró que el barco "está perfectamente localizado" y cada seis horas se recibe un informe sobre su situación.

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El Ministerio de Asuntos Exteriores ha contactado con las autoridades de Mozambique, Kenia y Tanzania, y ha informado a las familias del capitán, natural de Muros (A Coruña) y del contramaestre, José Antonio García, de Pontevedra.

Fuentes diplomáticas insistieron ayer en que este secuestro no se parece al del Alakrana, un barco de bandera española que permaneció 47 días en poder de los piratas en 2009, sino más bien al del Sakoba, un palangrero de bandera keniana cuyo patrón y propietario eran de nacionalidad española. En otras palabras, el Gobierno apoyará a la empresa propietaria del Vega 5, pero será ésta la que lleve el peso de la negociación para conseguir su puesta en libertad.

El pesquero pertenece a Efripel Lda, una compañía participada por el Gobierno mozambiqueño, aunque es operado por Pescamar Ld, sociedad mixta en la que participa Pescanova y de la que dependen los 24 tripulantes, todos mozambiqueños menos los dos gallegos y tres indonesios. El resto de la flota de Pescamar que faena en la zona se ha replegado a puerto tras el secuestro.

El grupo parlamentario del BNG registró ayer diversas iniciativas en el Parlamento autónomo para conocer las gestiones del Gobierno gallego en el caso y, singularmente, las dirigidas a liberar a los marineros. "A día de hoy son ya 44 los buques apresados, con 771 tripulantes, lo que evidencia que las medidas anunciadas para erradicar las causas de los ataques piratas no están siendo efectivas, aseguró Bieito Lobeira, portavoz de Pesca del partido nacionalista.

El 25 de diciembre fue secuestrado un pesquero taiwanés, a 120 millas al nordeste de Madagascar; el 27, un carguero de Antigua-Barbados, con ocho tripulantes; y el 1 de enero, en las costas somalíes, un granelero argelino, con 27 marineros. Es la triste escolta del Vega 5, que podría tardar dos o tres días en alcanzar el santuario de Somalia.

José Manuel Muñiz, presidente de la Asociación Española de Titulados Náuticos, apuntó la hipótesis de que los piratas quieran utilizar el barco como buque nodriza para nuevos secuestros, o que lo lleven a un puerto refugio para, una vez allí, negociar la liberación. A su juicio, el Vega 5, "sin seguridad privada abordo y sin la protección de la misión Atalanta, era un objetivo claramente vulnerable".

El pesquero secuestrado, en una imagen de archivo.
El pesquero secuestrado, en una imagen de archivo.

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