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La xenofobia en Europa

Rajoy respeta la expulsión de gitanos de Sarkozy

"En cuestiones de inmigración lo importante es el orden y el control. Además hay que cumplir la ley", ha asegurado el líder del PP

El presidente del PP, Mariano Rajoy, ha asegurado hoy en Melilla que respeta la decisión del presidente francés, Nicolas Sarkozy, de expulsar a los gitanos de origen rumano y búlgaro. Las declaraciones del líder de los populares se producen en un día en el que los líderes de los Veintisiete se encuentran reunidos en Bruselas, en un Consejo Europeo que está siendo monopolizado por este asunto.

Rajoy, hasta ahora, siempre había apoyado la política de inmigración de Sarkozy e incluso había basado su programa electoral en este asunto en propuestas de la derecha francesa, como el contrato de integración. Preguntado directamente por el asunto, en un primer momento, trató de no entrar en la polémica, pero después afirmó: "Yo respeto la decisión que ha tomado un Gobierno que tiene un apoyo muy mayoritario. En cuestiones de inmigración lo importante es el orden y el control. Además hay que cumplir la ley y estoy convencido de que el Gobierno francés hizo todo dentro de la legalidad, como no podía ser de otra manera".

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Precisamente la expulsión de los gitanos de Francia van a centrar el Consejo Europeo de hoy en Bruselas, aunque en principio estaba previsto que los jefes de Estado y de Gobierno de la UE debatieran la situación económica de la Unión. El presidente francés ha comentado la polémica de las expulsiones con el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, y otros homólogos, y además se ha encontrado frente a frente con los presidentes de Bulgaria y Rumania. Según fuentes europeas, el asunto se abordará durante el almuerzo.

España, firme por la integración

El presidente permanente del Consejo, Herman Van Rompuy, que lidera los trabajos, dará la oportunidad a sus colegas para expresar sus puntos de vista sobre el conflicto. España intenta encarar el asunto de forma diplomática. Según aseguraron fuentes de La Moncloa a Europa Press, el Gobierno español considera que la polémica sobre las expulsiones es un tema de Francia y la Comisión. Las mismas fuentes aseguraron que la política española sobre la población gitana y en materia de Derechos Humanos es "clara" y sin "ambigüedad" y que defiende un enfoque "integrador".

La presidencia rotatoria de la Unión, encarnada por el primer ministro belga, Yves Leterme, ha recordado esta mañana que la Comisión tiene la obligación de velar por el cumplimiento de los tratados, que impiden, precisamente, que se trate a las minorías como Francia lo ha hecho con los gitanos rumanos y búlgaros. "Todos estamos de acuerdo en que la Comisión debe velar por la adecuada aplicación de los principios a que se ha obligado Francia", ha dicho Leterme, echando un capote al Ejecutivo comunitario y a la vicepresidenta de la Comisión, Viviane Reding. No ha entrado Leterme en el aspecto que más ha dolido a Francia, que Reding evocara los sucesos de la Segunda Guerra Mundial al hablar de las repatriaciones de gitanos.

También el presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, se ha referido a la cuestión para asegurar que "la Comisión es la guardiana de la legislación y de los tratados". La vicepresidenta y comisaria de Justicia y Derechos Fundamentales ya ha pedido disculpas a París por su exceso verbal del martes y el primer ministro francés, François Fillon, se ha limitado a decir secamente toma nota de ello. Pero sigue furioso. "Es escandaloso que un miembro de la Comisión pueda hacer declaraciones como las que hizo Reding", ha comentado esta misma mañana. "La comparación con la Segunda Guerra es escandalosa. En cuanto al juicio de valor sobre la política de un Estado, no tiene razón de ser".

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