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Los conflictos internos del PP

Rajoy suspende a Cobo pero le deja seguir

El partido le aparta provisionalmente aunque continuará como vicealcalde - El 'número dos' de Gallardón afirma que acatará cualquier sanción cuando llegue

Todo parecía preparado para que Manuel Cobo se convirtiera en la víctima propiciatoria de la crisis de Madrid, como antes Ricardo Costa lo había sido en la valenciana, pero de momento sólo lo será relativamente. Aunque el primero no ha tenido relaciones con ninguna red corrupta, oficialmente los dos han perdido su militancia por cosas que han dicho. Pero mientras Costa ha dejado de ser secretario general y portavoz parlamentario, Manuel Cobo, que fue suspendido ayer cautelarmente de militancia, seguirá ocupando su puesto de vicealcalde de Madrid y portavoz del PP en el Ayuntamiento. Cobo deja así de ser militante, pero no pierde su cargo como representante del partido en las instituciones.

La suspensión no prejuzga las declaraciones de Cobo a EL PAÍS
El PP de Madrid cree que cometió una falta que puede llevar a su expulsión
Los 13 ediles fieles a Aguirre deciden no pedir el cese como vicealcalde
Ni Bárcenas ni Gamón, ambos imputados, han sido suspendidos
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El PP insiste oficialmente en que el Comité de Garantías, que suspendió a Cobo a la espera de tramitar su expediente, es un órgano independiente. Pero ninguno de los dirigentes consultados asume tal cosa. Se trata, insisten todos, especialmente los más veteranos, curtidos en mil batallas, de un órgano absolutamente controlado por la dirección y presidido por un hombre fiel al aparato como Alfonso Fernández Mañueco, secretario general del PP de Castilla y León. Por tanto, se trata de un órgano controlado directamente por Rajoy.

Fue por tanto el líder quien decidió ayer no esperar ni un solo día para suspender de militancia a Cobo. Después del discurso durísimo que había lanzado Rajoy, en el que incluía entre lo "inadmisible" la entrevista de Cobo en EL PAÍS en la que criticaba abiertamente a Esperanza Aguirre, varios marianistas analizaban ayer que el jefe del PP no podía dejar que el vicealcalde se marchara de rositas porque quedaría totalmente desautorizado en su idea del "no habrá una próxima vez".

Por eso se decidió la suspensión cautelar de militancia mientras se analiza el expediente de Cobo. El comunicado en el que se anunció la medida deja claro que se le suspende provisionalmente "sin que tal medida prejuzgue el resultado de éste [expediente], ni suponga vulneración de la presunción de inocencia que, como derecho de configuración legal, reconoce el art. 24.2 de la Constitución Española".

Cobo acudió ayer a la calle de Génova para "añadir información", como anunció en su día. Según fuentes del PP, el vicealcalde de Madrid entregó el extenso discurso que había leído el día anterior ante el Comité Ejecutivo. En él se detallan algunas declaraciones de personas del entorno de Aguirre y de la propia presidenta que, en opinión de los gallardonistas, podrían ser también objeto de sanción. Aun así, Cobo asumió en todo momento cualquier sanción -como había hecho el día anterior ante el Comité Ejecutivo- y cuando llegó la suspensión, unas horas después de su declaración ante el Comité de Garantías, la acató sin más.

Pese a la enorme tensión que se vive entre los gallardonistas y los aguirristas, y sobre todo entre la dirección de Rajoy y la propia Aguirre, cuya ausencia en el Comité Ejecutivo del martes ha sentado fatal en la calle de Génova, ayer fue un día para intentar calmar las aguas. Aguirre evitó hablar y echar leña al fuego, con una excusa extraña -"nada ha cambiado con respecto a ayer. Ya saben ustedes que con zapato plano no hago declaraciones", les dijo a los periodistas- y mandó a Juan José Güemes, el miembro del aguirrismo que con más claridad está tratando de acercarse a Rajoy, a reaccionar ante la sanción cautelar a Cobo.

A través de un comunicado, por tanto, sin aceptar preguntas, algo poco habitual hasta ahora en las costumbres de los aguirristas, Güemes señaló: "El PP de Madrid quiere transmitir que acepta, respeta y acata la decisión".

Era evidente el deseo de los aguirristas de no hacer sangre. Hasta el punto de que el grupo de los 13 concejales fieles a la presidenta, que la semana pasada votaron a favor de la destitución de Cobo como portavoz, han decidido no pedir su cese. Al menos hasta que no haya una sanción en firme. "Se ha tomado nota de lo que se dijo en el Comité Ejecutivo nacional y de la unidad que se reclamó. Se seguirán las instrucciones que dicte la dirección nacional. Seguro", explicó ayer uno de ellos. "Otra cosa es que el propio Manolo [Cobo] decida cesar si la sanción es muy dura", añadieron.

Para los gallardonistas, lo importante de momento es que Cobo puede seguir en su puesto, aunque nadie descarta aún que la sanción definitiva sea efectivamente muy dura. El peor de los cálculos del alcalde, que ya tenía decidido mantener a Cobo en sus puestos pase lo que pase, es una suspensión de tres meses.

El PP de Madrid, a través de Cristina Cifuentes, presidenta del Comité de Garantías regional, cree que Cobo ha cometido una falta grave (de uno a cuatro años de sanción) o muy grave (expulsión) al "injuriar" a la presidenta de Madrid con sus acusaciones. Además, ve especialmente grave que en vez de retractarse, Cobo ampliara sus acusaciones en el Comité Ejecutivo, en el que llegó a decir que teme por sus hijos y por los de todos los dirigentes porque funcionarios de Madrid han sido capaces de espiarle a él y a Alfredo Prada -hay cuatro imputados, entre ellos Sergio Gamón, director de Seguridad del Gobierno regional-.

Precisamente, Gamón es uno de los militantes del PP imputados por graves delitos que aún no ha sido suspendido cautelarmente. Su caso está en manos de un juzgado madrileño, que ha decidido imputarlo tras analizar un detallado informe policial que probaría los seguimientos a Alfredo Prada. Otro conocido imputado del PP que tampoco ha sido suspendido aún de militancia es el ex tesorero nacional Luis Bárcenas, a quien los investigadores le atribuyen cobros de 1,3 millones de euros en sobornos de la red de Francisco Correa.

Manuel Cobo, a su llegada a la sede del PP.
Manuel Cobo, a su llegada a la sede del PP.ULY MARTÍN
El Comité de Derechos y Garantías toma esta medida hasta que se resuelva el expediente del 'número dos' del Ayuntamiento de MadridVídeo: AGENCIA ATLAS

La entrevista

- "Los cercanos a Aguirre han puesto a Rato en un escaparate de cloacas y ambiciones".

- "Nunca vi tanta hipocresía ni intervencionismo".

- "Montaron una gestapillo para espiarme y hacerme dependiente de ellos".

- "Vinieron a por la tele, el Ifema, la Caja, a por Rajoy... Vienen a por España".

- "Los sin escrúpulos buscarán algo contra mí, como el fascismo".

- "Algunos pretenden que esto empiece a ser el silencio de las gallinas, que callan en público y no dejan de cacarear en privado".

- "Gallardón es la persona más leal al PP que he conocido nunca".

- "Cualquiera que vea Telemadrid hoy y los que la veían antes, que comparen cuándo había más pluralidad".

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