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La ofensiva terrorista

El Rey reclama "unidad" por cuarto año

Don Juan Carlos insta a que "cuanto antes" se logre un compromiso contra ETA

Por cuarta Navidad consecutiva, el Rey ha incluido en su discurso de Nochebuena un mensaje, esta vez apremiante, a los partidos políticos para recuperar la política del consenso y la unidad en los grandes temas de Estado y, en especial, contra el terrorismo. "Necesitamos cuanto antes una cultura de unidad que haga efectivo el compromiso de todos los demócratas para acabar definitivamente con el terrorismo", afirmó. El Rey zanjaba así un año en el que la política contra ETA y el juicio del 11-M ha sido materia esencial de oposición en el Parlamento.

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Pero el Rey no sólo constata la ausencia de unidad en la política antiterrorista. "Reclama" también consenso en "los grandes temas de Estado", en una legislatura agria en la que nada ha quedado al margen de la disputa política. La agresividad ha traspasado las fronteras legislativas hasta bloquear instituciones como el Tribunal Constitucional o el Consejo del Poder Judicial.

Un mensaje de consenso que el Rey emitió consciente de que es reiterado y en el que dejó subrayado quiénes eran sus destinatarios: "Me parece de especial importancia reclamar de nuevo a nuestros partidos políticos mayores esfuerzos para alcanzar el necesario consenso en los grandes temas del Estado".

En el terrorismo es dónde se refleja la preocupación más honda del monarca. El Rey recuerda cómo empezó el año y cómo ha terminado. Con el atentado de la Terminal 4 de Barajas y con el asesinato en Francia de dos guardias civiles. A todos recordó el Rey antes de clamar por la unidad. Ya lo había hecho el año pasado, seis días antes del atentado de Barajas. Don Juan Carlos, pidió entonces "la unidad de instituciones, partidos y ciudadanos" para alcanzar el "objetivo irrenunciable de acabar con el terrorismo". Desde 2004, el monarca ha lanzado mensajes similares aunque nunca tan apremiantes como el de este año.

El Rey habló siempre de terrorismo, no de ETA, para englobar probablemente el mazazo del atentado islamista del 11 de marzo de 2004. "Siempre he afirmado que es un objetivo urgente e imperativo para el Estado, un deseo de los ciudadanos, una obligación de todas las fuerzas democráticas, y un deber frente a las víctimas y sus familias, a quienes nos debemos y recordamos con el mayor afecto en estas fechas", dijo.

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CONSTITUCIÓN "Unidad y diversidad"

Con la misma energía que utilizó para pedir el consenso, el monarca se refirió a la defensa de la Constitución. "La España que representa nuestra Constitución está concebida para integrarnos a todos. Se alegra con los avances que cosechamos, y se duele con los contratiempos que nos afectan en cualquiera de nuestros pueblos, ciudades, provincias o comunidades autónomas". El monarca hizo estas referencias al comienzo de su mensaje, justo después de ensalzar haber logrado "una modernización única en nuestra Historia" a "tres décadas de los primeros comicios democráticos de la Transición".

Unió sus referencias al papel de la Constitución con el apoyo a la "unidad y diversidad". "Debidamente integrados en el marco constitucional, nos han permitido y nos permiten progresar como gran Nación".

LA CORONA "Agradecer el afecto"

No ha sido un buen año para la monarquía, que se ha visto envuelta en alguna controversia. Así ocurrió con la quema de fotografías del Rey o la condena a El Jueves por la publicación de una portada, calificada en la sentencia de "injuriosa", sobre los Príncipes de Asturias. Aunque con muy pocas palabras, el Rey puso de manifiesto esos contratiempos, inéditos en su reinado, pero también la constancia del sentimiento mayoritario de apoyo.

"Además de agradecer las numerosas muestras de afecto personal e institucional hacia la Corona, esta noche quiero reafirmar mi profundo y permanente compromiso de servicio y de entrega a España y a todos los españoles", comentó.

INSTITUCIONES "Solidez y estabilidad"

El discurso del Rey repasó alguno de los grandes problemas políticos de la legislatura que termina. Así, al propugnar la "solidez y estabilidad" de las instituciones del Estado, invocó implícitamente los avatares del Tribunal Constitucional y del Consejo General del Poder Judicial. "Los Estados que con mayor eficacia atienden a la voluntad de sus ciudadanos, se basan en la solidez y estabilidad de sus modelos democráticos e instituciones, así como en su amplia cohesión interna en torno a las grandes cuestiones", recordó.

IBEROAMÉRICA "Respeto a las identidades"

El incidente en la Cumbre Iberoamericana con el presidente venezolano, Hugo Chávez, al que mandó callar, se reflejó en el discurso. La persistencia de Chávez de colocar ese encontronazo en un supuesto interés del Rey y de España de resucitar el imperio colonial, explica que don Juan Carlos mostrara su respeto hacia las identidades americanas. "Éste es un momento para reafirmar nuestros sentimientos de hermandad con todos los países y pueblos iberoamericanos. Para subrayarles de corazón, nuestra cercanía, nuestra admiración y respeto hacia sus respectivas y sólidas identidades y, sobre todo, nuestra apuesta solidaria con su futuro. Nada de lo que afecta a América nos es ajeno", proclama el Rey.

Pero este episodio no ha sido el único incidente en política exterior de los últimos meses. La visita de don Juan Carlos a Ceuta y Melilla provocó el enojo de Marruecos que llamó a consultas a su embajador sin que aún haya regresado. "Tampoco podemos dejar de resaltar la intensidad de los vínculos que nos unen a nuestros vecinos del Mediterráneo, nuestra amistad y plena cooperación con sus legítimas ambiciones de mayor desarrollo y bienestar", señaló el Rey.

La novedad: tráfico y malos tratos

Hay asuntos recurrentes que, año tras año, copan el discurso del Rey -el terrorismo, la unidad de la "España plural", el agradecimiento a las fuerzas de seguridad del Estado- y otros en los que don Juan Carlos pone énfasis según la actualidad. Este año hay dos nuevos focos de atención: la violencia contra las mujeres y los accidentes de tráfico (un drama al que ya se refirió fugazmente en 2004).

"Nos duelen e indignan profundamente, y nos denigran como sociedad", dijo el Rey al hablar de "la violencia y malos tratos" que afectan "dramáticamente a tantas mujeres" (este año han muerto 75). "Por otro lado", añadió, "quiero subrayar el enorme dolor de miles de familias que tanto padecen como consecuencia de las muertes y graves lesiones provocadas por accidentes de tráfico". "Todos debemos contribuir a evitarlos", aseveró el monarca en un año en el que ha habido 2.600 muertos en la carretera y en el que el Congreso ha endurecido las penas contra los delitos de tráfico.

Quizá pensando en el último informe PISA -que detecta en los alumnos españoles serias deficiencias en ciencias y lectura-, el Rey reclamó "el empeño y los medios precisos para seguir elevando" el nivel educativo. Y apostilló: "En el ámbito formativo, debemos impulsar la debida observancia de las reglas sobre contenidos televisivos e infancia".

Se repiten las referencias de otros años a los inmigrantes -"que contribuyen a nuestra prosperidad y que mucho valoramos"- y a "la carestía de la vivienda". También está la necesidad de un "desarrollo sostenible", del "respeto al medio ambiente". Y advirtió: "No es un compromiso que se limite a una legislatura".

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